En Barcelona ha pasado lo mismo que sucedió en Madrid a principios de agosto. El organismo venezolano encargado de tramitar los pasaportes de los venezolanos, el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), envió un nuevo lote de documentos con errores de impresión en la fecha o en la ciudad de nacimiento de sus titulares, estafando a los ciudadanos del país suramericano, que tras esperar un año por la entrega del documento, reciben una cartilla defectuoso.
Las víctimas están a la expectativa por lo que pueda suceder, de aquí en adelante, con los diversos trámites migratorios que tienen que hacer en España, pues temen que suceda con los pasaportes lo mismo que ocurrió con el carnet de conducir
La valija diplomática que llegó al consulado de Venezuela en Barcelona, el pasado 16 de agosto, trajo 7 mil pasaportes, de los cuales señalan los afectados que por lo menos 5 mil tendrían defectos en los datos de sus titulares y la única respuesta oficial que reciben es un documento formado y sellado por el consulado, que admite que hay un error en la impresión.
«Esto es un abuso, porque ¿ante quién reclamamos que el pasaporte vino con errores en los datos? en el consulado lo único que te dicen es ‘si no lo quieres, solicita otro, y si no, toma la constancia de que tiene el error que te vale para hacer trámites», expresó José González, una de las venezolanas afectadas por los errores del SAIME en los pasaportes.
En su caso, tuvieron que pasar 14 meses entes de que le llegara el documento desde Venezuela. Hizo el pago en mayo de 2021 y tras la larga espera, acudió el lunes de esta semana a buscarlo y se consiguió con la sorpresa de que el suyo es uno de los que llegó con fallos en los datos.
«Ya estaba nerviosa porque sabía lo que había pasado con los que llegaron a Madrid hace dos semanas, pero uno, en el fondo, siempre tiene la esperanza de que no le toque. No hay derecho a que los venezolanos tengamos siempre que estar sufriendo para tener documentos», dijo joven de 27 años que vive desde hace 4 en España y que ahora teme que este error en su documento de identidad le traiga problemas para gestionar la nacionalidad española.
En Moncloa.com hemos intentado comunicarnos con alguna autoridad del consulado de Venezuela en Barcelona y con el director del SAIME en Venezuela, Gustavo Vizcaíno, para obtener alguna información oficial sobre lo que está ocurriendo con los pasaportes que están siendo enviados a España y que llegan defectuosos, pero ha sido imposible obtener una versión oficial de lo ocurrido
Para los afectados esta situación constituye una estafa, pues para poder obtener un pasaporte venezolano, sus ciudadanos son obligados a pagar 200 euros al organismo que lo tramita y otros 80 euros, en efectivo, al personal consular el día que los atienden, para tomar la fotografía del documento, para que hagan la verificación de las huellas dactilares y para que verifiquen que los datos ingresados son los correctos.
«Pagamos casi 300 euros y estamos recibiendo un pasaporte que ni siquiera sabemos si nos va a servir. La gente del consulado te dice con la mayor de las calmas que te sirve para viajar y ya, esa es la respuesta que recibimos los venezolanos al recibir un pasaporte con defectos. Esto da demasiada impotencia porque los venezolanos no tenemos a quién acudir ante estas situaciones y ellos lo saben y por eso hacen con nosotros lo que les da la gana», Comentó Juliana Sánchez, una de las afectadas.
El modus operandi del organismo venezolano es siempre el mismo: silencio absoluto ante cualquier situación en la que se vena afectados sus ciudadanos. En el mes de junio la página a través de la cual se gestionan los documentos de identidad de los venezolanos presentó una falla por más de 20 días y tras no decir absolutamente nada, un par de días antes de restablecer el sistema solo se limitaron a decir que se trataba de un «bloqueo tecnológico», sin dar mayor explicaciones.
Sin embargo, medios venezolanos señalaron que la falla en el sistema se debió a cambios en el manejo da la data que supuestamente habría pasado de manos de los cubanos que la manejaban desde hace por lo menos 10 años, a manos de la compañía argentina Exclé, que sería la encargada de gestionar ahora todos los datos de identificación de la población venezolana, a través de los sistemas del SAIME.
Sin embargo, como ya es costumbre en el régimen de Nicolás Maduro, la opacidad informativa impide que sea casi imposible contrastar datos que deberían ser públicos, como el manejo de la información relacionada con la identidad de los ciudadanos y la gestión de sus documentos de identidad.