Fracaso en la Dirección General de Tráfico. La Justicia ha decidido tumbar el sistema CAPA que hasta ahora era el fantástico control que había impuesto la DGT para limitar el número de aspirantes a examinarse del carné de conducir. Los tribunales han decidido que este método no es el idóneo y ahora la DGT tendrá que buscar nuevos sistemas para evitar la llegada masiva de alumnos a examinarse. En vez de solucionar el problema de falta de examinadores, que sería poner fin al problema, la Dirección General de Tráfico ya trabaja en limitar los alumnos a pesar de que muchas autoescuelas del país están al borde del colapso. Septiembre no va a ser un mes fácil para las autoescuelas puesto que la falta de examinadores que, actualmente no llegan ni a los 800 en todo el país, no va dejar examinar en tiempo y forma a los alumnos.
La falta de examinadores es un problema desde hace tiempo. En ciudades como Madrid, la falta de personas que examinen ha obligado a las autoescuelas a limitar su número de alumnos con las consecuentes quejas por parte de los clientes que quieren examinarse. Ahora, sacarse el carnet de conducir es un proceso que se dilata meses ya que la DGT se niega a contratar a más examinadores para agilizar el proceso.
La situación llegó a tal extremo que 2021 cerró con casi un millón de personas pendientes de examinarse. A pesar del trabajo de las autoescuelas, estas no podían examinar ya que no había plaza para sus alumnos. El sistema que decidió la DGT para limitar el número de alumnos a examinar fue el método CAPA. Sus siglas aluden a Capacidad para las Pruebas de Aptitud (CAPA) y es un método basado en una serie de algoritmos y probabilidades que tienen en cuenta la bolsa de alumnos de las autoescuelas para así gestionar la demanda de exámenes de conducir. Sin embargo, hay autoescuelas que son escépticos en cuanto a este algoritmo e incluso han tildado de poco transparente el sistema que ha implantado Pere Navarro. Este sistema ha sido llevado a los tribunales que han decidido tumbarlo.
La situación llegó a tal extremo que 2021 cerró con casi un millón de personas pendientes de examinarse
Todavía, la DGT no se ha pronunciado sobre la resolución judicial pero lo que está claro es que no va a contratar a los examinadores que hacen falta para agilizar las evaluaciones. Es mejor que los alumnos esperen y que se haga tapón en las autoescuelas. Además, la Dirección General de Tráfico se excusa en que este año se han contratado poco más de un centenar de examinadores. Sin embargo, siguen siendo insuficientes si se tienen en cuenta las bajas laborales, jubilaciones y vacaciones de estos profesionales. Actualmente, la plantilla de este gremio se encuentra por debajo de los 800 efectivos cuando un día llegaron a superar el millar.
LAS SOLUCIONES DE LA DGT PARA EVITAR EL COLAPSO
Como decíamos, la falta de examinadores es un problema que acarrea la Dirección General de Tráfico (DGT) desde hace años. Antes de la irrupción de la pandemia, estos profesionales se pusieron en huelga para demandar más examinadores limitando así aún más la capacidad de las autoescuelas para presentar alumnos a examen. Esta falta de examinadores provocó grandes retrasos en las autoescuelas así como un descontento generalizado entre los clientes que querían obtener del carnet de conducir y que tenían que esperar para presentarse al examen. Tras el parón de la pandemia, se ha vuelto a examinar y el director de la DGT, Pere Navarro, se ha colgado la medalla de bajar la lista de espera de alumnos a examinar. Sin embargo, desde las autoescuelas explican a MONCLOA.com que “no se han contratado nuevos examinadores” y que se ha conseguido mitigar la esperas gracias a que “se ha aprobado masivamente bajando los criterios de seguridad vial”.
Precisamente este aspecto es uno de los que más preocupa a la Dirección General de Tráfico cuyo objetivo cada año es hacer descender las muertes en carretera. El año pasado, Pere Navarro consiguió su objetivo, estaba fácil, ya que la pandemia redujo el tráfico de forma considerable. Sin embargo, este verano, los fallecidos en las carreteras españolas han vuelto a despuntar. Las autoescuelas alertan de que “se está aprobando a la primera a alumnos sin tener en cuenta estrictamente los criterios de seguridad vial”. “Los porcentajes de aprobados rozan el 70% cuando lo normal era tener un porcentaje en torno al 40%”, recalca un propietario de una autoescuela madrileña que prefiere mantener el anonimato.
Asimismo, la DGT sigue sin contratar examinadores suficientes para acelerar los exámenes. Pere Navarro les ha brindado la oportunidad de hacer horas extra tras cerrar completamente los centros de exámenes durante prácticamente todo el mes de agosto. No obstante, lo que si ha hecho el director de la DGT es contratar empresas privadas como EUROCONTROL S.A. y INGENIERÍA DE GESTIÓN INDUSTRIAL S.L.U. (INGEIN) para hacer inspecciones y poder multar a las autoescuelas que incumplan los requisitos impuestos por él mismo.