En condicionales normales, nuestro ritmo circadiano está alineado con el reloj interno del organismo. Este se alinea con el tiempo en que se ve luz del día y activa el sueño cuando ve cómo la noche va llegando. Se vuelve loco cuando cambias de lugar y estos parámetros cambien. Ahí es cuando entra en juego el famoso jet lag. Un auténtico enemigo que, en muchas ocasiones, hace que no puedas disfrutar al 100% de tus vacaciones de verano. Si no tomas las medidas adecuadas para hacer largos viajes, puedes verte afectado por este fenómeno.
4Jet lag: ¿la edad influye?
Sí. Conforme nos vamos haciendo mayores, el ritmo que utilizamos para hacer las cosas se va haciendo más lento. Segregamos menos hormonas y disminuye la producción de TSH, la hormona tiroestimulante, cortisol y melatonina. Es por eso que, incluso en condiciones normales, es más común despertarse de noche y tener somnolencia diurna. Vamos perdiendo la capacidad de sincronización, por lo que, en personas mayores de 50 años es más difícil sobrellevar el jet lag que en jóvenes. Los niños pequeños también son más susceptibles a los cambios de horarios, pero todavía no se han revelado estudios sobre cuánto más.