Una de las recetas más deliciosas y refrescantes del verano, junto con el gazpacho, el salmorejo y la ensaladilla rusa, es la pipirrana, un plato muy común de la zona de Jaén y una de esas delicias que se preparan en un momento y se pueden comer frías en cualquier momento del día. Existen varias versiones, según la zona, pero el atún, los huevos y los tomates, son los ingredientes básicos. La combinación es espectacular, y una vez aliñado, se forma un caldito para mojar pan que es una locura. Este plato no es tan popular como otras recetas andaluzas, aunque desde luego, debería conocerlo todo el mundo.
4LAS HORTALIZAS DE LA PIPIRRANA
Mientras se enfrían, lavamos los tomates y los pelamos. Les quitamos el pedúnculo, esa parte dura donde estuvo adherido el tallo, y que puede ser incómoda de comer. Después troceamos los tomates y los colocamos en un bol. Pelamos la cebolleta y la cortamos, primero en dos mitades, luego en rodajas y finalmente en trocitos. Lo añadimos al bol junto al tomate. Después hacemos lo mismo con el pimiento verde. Quitamos el rabito, las semillas, y lo cortamos en tiras y después en cuadraditos. Lo mezclamos en el bol con los demás ingredientes.