El plan de ahorro energético ya ha llegado. El Gobierno de España ha aprobado un paquete urgente de medidas en el que proponen limitar la temperatura del aire acondicionado y la calefacción en los sitios públicos. Sin embargo, llama la atención como en los distintos departamentos ministeriales de la Administración General del Estado o en el propio complejo de La Moncloa el aire acondicionado lleve puesto desde hace meses y a una temperatura que nada tiene que ver con el límite propuesto por el Gobierno de 27 grados. Ya antes de la llegada del verano y sus sucesivas olas de calor, los aires acondicionados funcionaban a pleno pulmón en Moncloa. Sobre todo en el edificio portavoz donde a principios de mayo hacía falta ropa de abrigo por lo bajo que estaba el aire acondicionado. Entonces, también había que llevar corbata.
El Consejo de Ministros se ha despedido por todo lo alto antes del parón estival. El Gobierno ha aprobado limitar el aire acondicionado en transportes, empresas y comercios a 27 grados y en invierno limitar la calefacción a 19 grados. Asimismo, los escaparates tendrán que apagar sus luces a las 22 horas y los edificios públicos no se iluminarán. Además, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recomendado no utilizar corbata en alusión a las palabras del expolítico Miguel Sebastián que proponía esta medida para no bajar la temperatura del aire acondicionado. Estas medidas se aplicarán en lugares de trabajo, centros comerciales y transportes públicos. Todas estas medidas ya han sido publicadas en el Boletín Oficial del Estado tras anunciarse en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Este paquete de directrices tiene un único objetivo: reducir el consumo de energético en un 7%. La amenaza del desabastecimiento energético lleva meses sobrevolando el país por lo que el Gobierno de España ha decidido tomar cartas en el asunto como limitar la temperatura a la que debe estar el aire acondicionado y la calefacción. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que son medidas que “están trabajadas” y que “beneficiarán a las empresas y las familias”.
Sin embargo, existen Ejecutivos autonómicos que rechazan cumplir estas medidas propuestas por el Gobierno de España. Este es el caso de la Comunidad de Madrid cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ya ha anunciado que no las cumplirá. Según la líder autonómica apagar los escaparates genera inseguridad además de espantar al turismo y al consumo por lo que ha decidido que la capital no se apagará. Pero eso no es todo y es que la presidenta madrileña ha lanzado el órdago de que el Gobierno está tapando la pregunta de «¿qué ahorro se va a aplicar a sí mismo?».
Por el momento, el Gobierno de España ha hecho poco por cumplir alguna de estas medidas. El propio complejo de la Moncloa, donde trabaja el Ejecutivo nacional, lleva meses con el aire acondicionado puesto y no precisamente a 27 grados. Tras meses de despilfarro, ahora llegan las medidas de ahorro energético que deben aplicar no solo las instituciones públicas sino también el resto de agentes privados. Desde las tiendas hasta el transporte, el aire acondicionado no podrá bajar de los 27 grados a pesar de que el termómetro en muchos puntos de España haya marcado más de 40 grados centígrados.
UN MINISTERIO DEL GOBIERNO SE CALIENTA CON COMBUSTIBLE CONTAMINANTE
El ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha sido el departamento gubernamental encargado de impulsar estas medidas orientadas al ahorro energético. Sin embargo, este ministerio liderado por Teresa Ribera calienta su sede de la Plaza de San Juan de la Cruz, ubicada en Nuevos Ministerios, con gasóleo. Este combustible fósil contaminante se trata de un hidrocarburo líquido compuesto fundamentalmente por parafinas y utilizado principalmente como carburante para calefacción. Precisamente este último uso es el que le ha dado Teresa Ribera en las oficinas de su equipo que se han calentado gracias a 128.638 litros de gasóleo, un combustible derivado del petróleo altamente contaminante y pagado con dinero público.
A pesar de que el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico es el departamento del Gobierno de España responsable de la propuesta y ejecución de la política gubernamental en materia de lucha contra el cambio climático, prevención de la contaminación, protección del patrimonio natural y para la transición a un modelo productivo y social más ecológico, este ministerio ha decidido usar la energía más contaminante del mercado para calentar sus instalaciones. Las calderas diésel son altamente contaminantes ya que expulsan humo sin ningún tipo de filtro. Estas calderas están en la sede del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ubicada en pleno Paseo de la Castellana, y contribuyen a las graves emisiones contaminantes que asolan la ciudad de Madrid. A pesar de existir otras alternativas energéticas para uso de calefacción más respetuosas con el medio ambiente, Teresa Ribera sigue usando carburantes altamente contaminantes para calentar sus oficinas. Eso sí, la calefacción, al menos este año, no podrá superar los 19 grados.