sábado, 23 noviembre 2024

El presidente del CSN pide decidir «pronto» qué hacer con el almacenamiento de residuos nucleares

El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Juan Carlos Lentijo, ha pedido a las «partes involucradas» en el almacenamiento temporal de los residuos nucleares y el combustible gastado que tomen «pronto» la decisión sobre la gestión temporal –hasta que haya un silo definitivo– de estos residuos, al tiempo que garantiza que el regulador será capaz de dar la viabilidad técnica a cualquiera de las posibilidades de solución que hay sobre la mesa.

«No sé si costará unos meses o años, pero sí que se tome una decisión porque hay tecnologías suficientes y contrastadas para cualquiera de los soluciones que se elija implantar», ha manifestado Lentijo, en la que opina que «no hay una solución técnicamente mejor que otra» pero que lo importante es que se decida «pronto».

En la actualidad el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico está analizando las aportaciones al borrador del VII Plan Nacional de Residuos Radiactivos, que ha estado expuesto a información del público hasta el 16 de junio.

Sobre el proceso, Lentijo asegura que una vez que sea tomada la decisión, más allá de los números, será «relativamente fácil» implantarla porque hay tecnologías «suficientes y contrastadas» para que cualquiera de estas soluciones ya que «todas las propuestas definidas son válidas». «No hay ninguna solución mejor que otra, en cada caso influyen unos factores económicos, sociales o políticos y cada país tiene que llegar a una configuración en la que todos esos factores den lugar a la solución viable», ha insistido.

Respecto a la labor en esta etapa del regulador, que preside desde el pasado 9 de mayo, recuerda que no es adoptar la política energética sino asegurar que «esté en un sitio o en otro, las condiciones de seguridad sean igual de exigentes, independientemente de que sea más molesto o costoso».

En ese sentido, ha reiterado que el CSN no piensa en los costes económicos o sociales sino en exigir seguridad pero celebra que «afortunadamente» quien propone las opciones, que es ENRESA, «no está loco».

Preguntado sobre el proceso que se está llevando en este sentido en España, Lentijo celebra que el borrador del plan de residuos se haya sometido a escrutinio público porque detrás de la tecnología y los números, también hay otros aspectos sociales. A su juicio, el Gobierno quiere percibir y escuchar a la población para testar lo que de verdad favorecería la solución aceptable con el máximo consenso.

En todo caso, ha incidido en que lo «importante» es que la decisión se tome «pronto» porque las decisiones en temas nucleares «llevan tiempo».

Por otro lado, sobre el calendario de cierre previsto para las centrales nucleares españolas y preguntado por las posibilidad de revertirlo en caso de un cambio en la política energética nacional, Lentijo, que ha aclarado que la misión del CSN es cumplir con las decisiones que toman las autoridades políticas, valora que el escenario sea «predecible» porque en el mundo nuclear «no se improvisa».

«No tenemos por qué pensar que ese calendario no se va a cumplir«, ha aseverado, pero en caso de que se revierta, desde el punto de vista de la seguridad nuclear implicaría que cada central tendría que pasar por un examen para demostrar que sus condiciones de seguridad son adecuadas en esa hipotética reversión. «Nosotros trabajamos con el calendario que está sobre la mesa», ha comentado.

Asimismo, ha añadido que en todo ese proceso de plantas que irán parando en secuencia, el CSN tendrá que supervisar en paralelo, tanto las que están en operación como las que estén en desmantelamiento. No se puede priorizar el desmantelamiento frente a la operación porque iría en contra del principio de cultura de seguridad», ha defendido.

Por otro lado, sobre la definición del almacén geológico profundo, que dará solución definitiva a los residuos nucleares, ha indicado que España no parte de cero pues ENRESA en los años 90 realizó una caracterización geológica de posibles emplazamientos, pero habrá que tener en cuenta otras consideraciones sociales o económicas. De todas formas, ha reiterado que lo urgente es resolver el problema temporal porque la solución definitiva no llegará hasta al menos 2070 y hay que adoptarla siendo «muy cuidadosos en el proceso».

Entre los retos para la población en cuanto a su exposición a las radiaciones ve importante ser «muy cuidadosos» sobre todo a la hora de los diagnósticos médicos con medicina nuclear y promover el cruce de información o el establecimiento de una especie de carnet de dosis recibida para minimizar los riesgos para la salud.

«Hay que poner en la balanza los beneficios de un buen diagnóstico y el peligro de irradiación», advierte Lentijo, que cree que hay un margen para optimizar las exposiciones a las personas a las que se somete a algunas personas, no por enfermedad, sino para tratar de averiguar un diagnóstico con pruebas que, aveces, son redundantes.

Por ello, apunta que sería «conveniente» asegurarse de que la información sobre estas pruebas es comparte con carnets, fichas o sistemas de seguimiento para no duplicar de forma innecesarias las dosis de radiaciones ionizantes.