Las sanciones al gas ruso han hecho que los países europeos tengan que buscarse nuevos aliados para abastecer energéticamente sus territorios. Este es el caso de España, que necesita petróleo y gas para abastecer a su población y ha decidido mirar hacia Sudamérica y, en concreto, hacia Venezuela. A pesar de que Pedro Sánchez no reconocer a Nicolás Maduro como presidente del Gobierno de dicho país, sí que está coqueteando con volver a comprar el crudo venezolano. Y es que, el petróleo es uno de los grandes negocios que tiene la dictadura que ha instaurado Nicolás Maduro, y más ahora que los países europeos están buscando nuevos exportadores a los que comprar gas.