Los trabajadores que acceden a la jubilación pasan de ser asalariados a ser beneficiarios de una pensión pública. La cuantía en ambas situaciones es diferente, ya que el salario es mayor.
Al hacer frente a este cambio, los empleados tratan de cobrar la pensión máxima de jubilación, que actualmente se encuentra cifrada en más de 2.600 euros mensuales, aunque no es una elección y depende la vida laboral de cada persona. Te hablamos de las claves para cobrar una pensión más alta.
215 AÑOS COTIZADOS
Al tratarse de una prestación contributiva, el trabajador debe cumplir con el periodo mínimo de cotización que da derecho a esta pensión. Se considera cotización las cuantías o impuestos que los trabajadores ingresan al Estado en concepto de aportación por trabajador. La base de cotización es la que determina la cuantía de la pensión.
El periodo exigido es un mínimo de 15 años, dos de los cuales se deben haber cotizado en los últimos quince. Una vez que se cumple esta condición, el trabajador recibe, como mínimo, una pensión de 843,4 euros. Si tiene un cónyuge a cargo será de 683,5 euros; si no tiene cónyuge, 683,5 euros; y 648,7 euros si tiene cónyuge pero no a cargo.