Yolanda Díaz, Alberto Garzón e Irene Montero no te quieren decir cuánto han ganado y qué han hecho con el dinero público obtenido durante esta legislatura. Este es el resumen más sencillo, pero el problema es que cada vez hay más presión en el Gobierno y en las redes sociales para que los ministros de Consumo, Trabajo e Igualdad digan cuánto se han llenado los bolsillos durante lo que va de legislatura y qué patrimonio (y cuánto ha aumentado también) desde que se han convertido en ministros. Estos ministros se han encargado de que quede claro a quienes piden que digan lo que han ganado que no es ilegal no decirlo. Hay un resquicio legal que les permite acabar la legislatura sin decirlo.
Yolanda Díaz declaró en 2020 sus bienes y ganancias. Al igual que Irene Montero y Alberto Garzón. La ministra de Trabajo entonces tenía un activo de 50.552,442 euros y una deuda pendiente de 25.324,49 euros. El problema es que aún no ha desvelado la casa en la que vive, que es la más grande de todos los miembros del Gobierno. Concretamente, el chalet de Yolanda Díaz ocupa 443 metros cuadrados. La negativa a mostrar los datos patrimoniales de la vicepresidenta ha generado un auténtico remolino dentro del partido. Nadie quiere sufrir las acusaciones de «izquierda caviar» que tanto machacaron a Pablo Iglesias e Irene Montero cuando se compraron el famoso chalet de Galapagar, pero peor ha sentado en el seno del partido y sobretodo en la oposición que la ministra de Trabajo haya filtrado que no tiene la obligación de decir nada. Se esperará a las elecciones y a que tenga que volver a mostrar su patrimonio, pero no lo hará antes.
Con Irene Montero o Alberto Garzón la expectación es menos intensa, pero también hay cierto malestar con el hecho de que se nieguen a protagonizar esa transparencia de la que tanto han hecho gala. En 2020 dieron su declaración de bienes porque no les quedaba otra. Pero ahora que tienen la opción de negarse, la han cogido y no se plantean decir nada antes de las elecciones para evitar los titulares. La ministra de Igualdad, Irene Montero, presentó en 2020 un patrimonio nada desdeñable. La dirigente de Unidas Podemos tenía entonces un patrimonio de 629.969 euros al que hay que restar las deudas. En total, sería de 398.813,32 euros si se le resta la deuda de 231.156,50 euros. En cualquier caso, su paso por la política la ha convertido en esa clase media a la que tanto critican, por ser amables con sus declaraciones, dado que según los estándares de Podemos, Irene Montero sería ya clase alta.
Garzón presentó En 2020 un patrimonio en negativo
Con Alberto Garzón pasa justo lo contrario. En 2020 presentó un patrimonio en negativo. Concretamente, el ministro de Consumo debía en 2020 nada menos que 26.804 euros. Muchos tienen curiosidad por ver cómo ha aumentado el patrimonio de Alberto, dado que entienden que seguro que las cifras han dado un vuelco interesante. Desde luego el coste de la boda deja claro que tiene más dinero del que debe, pero nadie sabe qué ha pasado con las cuentas de Garzón.
Que los tres ministros de Podemos se hayan apoyado en este resquicio legal es un problema para quienes integran Unidas Podemos. No para todos, claro está. Enrique Santiago, Ione Belarra o Pablo Echenique, quienes también gozan de un nivel de vida considerable, son los primeros que no han exigido que publiquen su declaración porque quieren evitar este tipo de polémicas. Para ellos, la izquierda no tiene por qué dar ejemplo, algo que asumieron como una nueva consigna a raíz de los problemas del cofundador de Podemos. Pero esto no significa que los integrantes del partido no quieran ver las cuentas de quienes se han hecho de oro defendiendo sus valores.
El otro dato a tener en cuenta es el hecho de que estos ministros se han encargado de filtrar que efectivamente no tienen la obligación de dar su declaración de bienes. Han recibido mucha presión y algún que otro titular que insinuaba que se negaban a hacerlo pese a que la ley les obligaba, pero lo cierto es que no tienen por qué contar lo que han ganado en estos dos años y medio y cuánto ha aumentado su patrimonio. Nadie verá lo que han ganado estos ministros. No al menos hasta que pasen las elecciones generales, pues cuando sean diputados tendrán que decirlo en 2024.