Nadia Calviño se adelanta a los acontecimiento e impide que las eléctricas y los bancos pequen de listos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció hace tanto solo dos días que pretendía imponer un nuevo impuesto contra las empresas energéticas y los bancos. Se trata de un tributo con el que pretenden recaudar un un total de 3.500 millones de euros, de los cuales 2.000 procederán de las energéticas y 1.500 de los bancos. Nada más realizar este anuncio todos vieron venir lo que ocurriría, que estás compañías diseñaría una estrategia para subir el precio de las facturas a todos los españoles. Sin embargo, la ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital no está dispuesta a permitir esta situación. Así, se reunirá con las patronales del sector financiero y los bancos para abordar el nuevo impuesto y ha negado que este tributo perjudique la inversión y el crédito.
Y es que, el hecho de que las empresas aumentaran sus precio para que fueran los españoles quienes pagaran este impuesto era una puesto que preocupaba al grueso de ciudadano. Por este motivo, Nadia Calviño ha señalado que el Gobierno está trabajando «en el detalle» de este impuesto y en su articulación técnica. Se trata de un tributo con dos objetivos: cumplir con la meta de recaudación fijada (3.000 millones de euros en 2023 y 2024) y «minimizar cualquier fricción o impacto negativo» que pueda tener sobre los ciudadanos. La titular de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital ha asegurado que la próxima semana se reunirá con el sector para tratar estás cuestiones con el fin de que sea lo «más adecuado posible. Se trata de que aquellos sectores que están teniendo beneficios extraordinarios en el contexto actual arrimen el hombro», ha subrayado.
NADIA CALVIÑO QUIERE QUE LAS ELÉCTRICAS Y LOS BANCOS ARRIMEN EL HOMBRO
Nadia Calviño ha asegurado que el diálogo con la banca es constante y que tenía previsto convocarles este mismo mes de julio para abordar el problema de la inclusión financiera en el ámbito rural a fin de identificar carencias y posibles soluciones. La vicepresidenta también ha defendido el establecimiento de este nuevo impuesto recordando que «durante los años duros de la pandemia toda la sociedad apoyó al sector financiero», por lo que ve «lógico» que los sectores que tengan beneficios extraordinarios también contribuyan a tener «un reparto justo del coste de la guerra». La ministra ha afirmado que se trata de un momento en que «todos tenemos que arrimar el hombro» y el sector financiero que no sufre especialmente por el aumento de os coste de la energía y las materias primas todavía más. Ya que otros sectores como el industrial sí que se han visto afectados.
La vicepresidenta ha negado que el establecimiento de este nuevo impuesto pueda hacer menos atractiva la inversión en España, pues «antes o después todos los países establecerán distintos tipos de mecanismos». Además, ha recordado que España fue la primera en gravar los beneficios extraordinarios de las energéticas, viéndose entonces como una medida novedosa, pero que ahora, poco a poco, es un modelo que se está imponiendo en Europa. «España es un país muy atractivo para la inversión extranjera», ha destacado. Al mismo tiempo, ha negado que este nuevo tributo pueda afectar al crédito que conceden las entidades financieras, pues sus balances están «saneados» y se han visto reforzados durante la pandemia con la movilización de 140.000 millones de euros de avales públicos. Dichos avales han evitado una crisis financiera y eso hace que sus balances y cuentas estén saneados y tengan capacidad para dar crédito y «más interesante todavía, con un alza de los tipos de interés», ha afirmado.
El otro tema sobre el que Nadia Calviño ha puesto el foco y pretende abordar con las entidades bancarias es la inclusión financiera de los ciudadanos que viven en zonas rurales, para lo que se han pedido informes a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Banco de España y a los propios bancos. La ministra de Asuntos Económico ha explicado que están trabajando con distintos informes para identificar las principales carencias y posibles soluciones. Así mismo, han pedido un informe al Banco de España para identificar cuáles son los núcleos de población que tienen dificultades para acceder a los servicios financieros y poder solventar esta situación. Y que, Nadia Calviño ha sido incapaz de frenar la tendencia al alza de la inflación que se viene observando desde comienzo del año y que ya se sitúa en 10,2%.
LA INEFICACIA DE NADIA CALVIÑO CON LA CNMC DISPARA LA INFLACIÓN AL 10,2%
La inflación está tocando techos insospechados en España. Según el dato de junio, que ha sido avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación superará la barrera psicológica del 10% durante este mes. En concreto, el alza del IPC alcanzará el 10,2% de inflación, un dato que no se veía desde la década de los 80. Este indicador devastador deja latente que las medidas que está tomando el Ejecutivo de Pedro Sánchez para contenerla no están funcionando. De nada ha servido que la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, haya tratado de dar ayudas para frenar esta escalada. Y es que desde la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) todavía no se atreven a meter mano en los grandes oligopolios empresariales para contener los precios. El Gobierno no sabe qué hacer.
