Con la llegada del verano tomamos más frutas, ensaladas, comidas en general frías como ensaladillas o picoteo; no digamos helados y batidos. Cambiamos en parte nuestra alimentación pero hay alimentos irresistibles que los tomamos todo el año, da igual a 0 que a 30 grados. Es el caso de las pastas o de la pizza. Sigue presente en verano, en cualquier chiringuito y también en nuestra casa, sobre todo en esos fines de semana donde te reúnes con la familia y los amigos. Siempre triunfas con una buena pizza y un picoteo, acompañado de buena bebida.
Pero ocurre que en este época no pasa como en invierno. Estamos más preocupados de no acumular michelines para luego lucir cuerpo en la playa o piscina, o al menos no ser de los que aumentas en verano, porque imagina luego el camino hacia la Navidad como puede ser. No pasa nada, porque incluso en las pizzas hay modos de hacerlas menos calóricas y disfrutarlas igual por su sabor, y encima triunfar tanto o más. Vamos a verlo.
5EL TURNO DE LOS INGREDIENTES DE NUESTRA PIZZA
En primer lugar cogemos el tomate, lo lavamos y lo cortamos en rodajas finas. Recordemos que hemos optado por tomate natural para no usar tomate frito porque lleva gran cantidad de azúcar. Después de colocar las rodajas de tomate al gusto haremos lo mismo con la cebolla. Es recomendable que las rodajas sean finas para que se cocinen mejor en el horno.
Ahora es el turno del pollo o el atún, al gusto. Si escogemos atún, el mejor es el enlatado al natural, no con aceite. Lo desmigamos con las manos y lo extendemos por la masa. Si optamos por el pollo, lo cortamos en tiras y lo repartimos equitativamente por la base. Esto ya va tomando forma…