Seis funcionarios de prisiones, de tres cárceles españolas, han sido agredidos por reclusos, en menos de una semana, sin que las autoridades del Ministerio del Interior hayan pronunciado ni una sola palabra al respeto. Así lo han denunciado los miembros de la Asociación Profesiones de Funcionarios de Prisiones (AFPF).
La primera agresión ocurrió el viernes de la semana pasada en el Centro Penitenciario Murcia II, donde un reo yihadista le cortó el cuello a un funcionario con una lata y posteriormente le habría pateado la cara a otro de los custodios que intentó controlarlo.
Posteriormente, el martes de esta semana cuatro funcionarios del módulo 28 del Centro Penitenciario de Valencia fueron atacados por un reo que inicialmente estaba hablando por teléfono con su pareja y fue reprendido por uno de los custodios porque durante la llamada se puso agresivo. Cuando le llamaron la atención, el recluso atacó a uno de los funcionarios de prisiones con el auricular del teléfono de la cárcel y cuando los demás custodios se acercaron a dialogar con él para controlar la situación, los agredió a los tres, entre ellos a una mujer que estaba con los Jefes de Servicio.
La funcionaria recibió un golpe en la cara, mientras a los otros dos custodios les dio golpes y patadas. Otros custodios tuvieron que intervenir para poder controlar al recluso, debido al grado de violencia que hubo, mientras que los funcionarios atacados tuvieron que ser atendidos en el servicio médico del penal, debido a los múltiples golpes que recibieron, de hecho uno de ellos presentó una fractura en un pómulo y pérdida de piezas dentales, mientras que los demás presentaron hematomas en varias partes de sus cuerpos, todos provocados por el mismo recluso.
La tercera agresión de la semana ocurrió en el Centro Penitenciario de Estremera, mejor conocido como Madrid VII, donde un recluso conocido como «El nené» agredió a un funcionario de prisiones cuando este lo fue a visitar en el centro médico de la prisión, para ver cómo se encontraba.
De acuerdo con el reporte publicado por la AFPF, el recluso, sin mediar palabras, comenzó a golpear con puños y patadas al funcionario, provocándole varias lesiones en el cuerpo y en la cabeza, lo que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico y lesiones en la cervical.
Fue necesaria la intervención de varios funcionarios de la prisión y de algunos internos que se encontraban en ese momento en el área de la enfermería para poder controlar al recluso que agredió al custodio. En el caso de este último funcionario agredido, tuvo que ser trasladado a un centro de salud para recibir atención médica, debido a las lesiones ocasionadas por «El nené».
El comunicado de los funcionarios de prisiones señala que este recluso es experto en artes marciales y que ya en 2018 mató a su compañero de celda mientras estaba recluido en la prisión del Soto del Real y que en aquella oportunidad habían advertido que debería estar en un centro psiquiátrico y no en una prisión convencional, por el peligro que representa para los demás reclusos y para todo el personal de las cárceles donde ha estado. Sin embargo, atribuyen este error en la clasificación de los reclusos a la mala gestión de la Secretaría General de las Instituciones Penitenciarias.
En el comunicado difundido por la APFP, le reclaman al Ministerio del Interior un estatuto propio para los funcionarios de prisiones, así como la elaboración de un marco normativo que regule a la institución, y la implementación del uso de medios coercitivos, ajustados a la realidad del siglo XXI, mediante la aprobación del uso de las pistolas «taser», para que en momentos críticos puedan controlar a los reclusos.
Los funcionarios de prisiones solicitan además un incremento en el número de efectivos que están a cargo de las cárceles del país, para que se puedan minimizar el número de agresiones de las que son víctimas cada semana los trabajadores penitenciarios, que semana tras semana denuncian la inacción del despacho que dirige el ministro Fernando – Grande Marlaska.
De acuerdo con las estadísticas que la organización maneja, cada 26 horas ocurre una agresión violenta contra los funcionarios de las prisiones españolas; esto sin contar las agresiones verbales y las constantes faltas de respeto a la autoridad por parte de los reclusos de los 68 centros penitenciarios que hay en toda España, que.
Los registros difundidos por los funcionarios de prisiones dan cuenta de que durante los primeros cinco meses del 2022 ocurrieron por lo menos 59 agresiones de internos a funcionarios. Esto sin incluir las tentativas de agresiones y las constantes faltas de respeto por parte de los reclusos a quienes deberían ser la autoridad dentro de las cárceles, porque saben que sus faltas no tienen consecuencias penales y que reciben simplemente sanciones disciplinarias por parte de las autoridades penitenciarias.