Hacer una buena paella tiene mucho más truco del que pueda parecer a simple vista. Hay errores comunes que podemos cometer si no estamos acostumbrados a este plato tradicional valenciano tan demandado. Sin embargo, otros son inaceptables en cualquier parte del país.
Esta es una de esas ocasiones en las que menos es más y así lo demuestra la receta típica y tradicional. Ciñéndonos a los ingredientes base, siempre podremos sacar adelante la elaboración. De lo contrario, podemos colocarle «un apellido», y hacerla a nuestro antojo. Eso sí, mejor no llamarla paella a secas.
Si quieres hacer una receta de diez, descubre los típicos errores en la paella que siempre estropean este plato estrella.
1Añadir cualquier ingrediente y pretender llamarla paella
Una paella es una paella y no vale con echar cualquier tipo de ingrediente al plato. En realidad, tenemos libertad para hacerlo, pero deberemos cambiarle el nombre y hacerlo propio. Se han visto barbaridades y errores como añadir chorizo o cebolla a la receta, cosa que en ningún caso se recomienda desde ningún tutorial que nos enseñe a elaborar esta delicia valenciana. Los expertos aseguran que no se le puede poner cualquier cosa, y mejor hacerles caso.
En algunos restaurantes reconocidos, por ejemplo, encontramos una lista de ingredientes cerrada que van desde el pollo, el conejo o el pato, hasta la judía verde plana, el garrofón o la alcachofa. También añaden caracoles, aunque esto no tiene por qué ser obligatorio. La cosa es jugar con algunos ingredientes, pero siempre sin pasarse de unos límites establecidos.
Si hacemos caso a lo que pone en Wikipaella, por ejemplo, uno de los sitios donde podemos investigar a fondo sobre este plato tradicional, podemos determinar con no pueden faltar el azafrán (nada de colorante alimenticio), el arroz, la judía ferradura, el pollo, agua, sal, aceite de oliva virgen extra, conejo, garrofón, pimentón, caracoles, romero, ajo, pato, alcachofas, costillas de cerdo y pelotas de carne.