Ya tienes la rutina de la cocina y el baño. Y tienes sistemas inteligentes para gestionar el desorden. ¿El único enemigo de un hogar limpio a partir de ahora? El polvo. Da la sensación de que, hagas lo que hagas o limpies con la frecuencia que limpies, siempre hay una capa de polvo esperando a instalarse en todas las superficies de tu casa.