Saber hacer unas gambas al ajillo te puede solventar un imprevisto o un roto en tus planes culinarios del día. Aunque se suelen tomar más como entrante o como tapa, resultan magníficos acompañantes para otro tipo de platos. Lo mejor de este plato es que se puede hacer fácilmente en cinco minutos y no requiere de ningún paso complicado solo apto para los chefs más experimentados. ¿No sabes cómo? Te lo explicamos a continuación.
3CÓMO HACER LAS GAMBAS AL AJILLO PERFECTAS
Las gambas al ajillo es un plato que requiere eliminar las cáscaras para que la carne del marisco absorba los matices del aceite, el ajo, la guindilla y la sal. Así pues, comenzaremos pelando las gambas. Si quieres aprovecharlas, puedes hacer un fumé y congelarlo para una sopa o una salsa verde. Después de pelarlas conviene dejarlas sobre papel absorbente para evitar que salten demasiado en la sartén y encharquen el aceite de la salsa.
A continuación, se cortan los dientes de ajo en láminas. La cantidad de ajo depende directamente de cuánto guste el ingrediente. Se puede aumentar o disminuir, levemente, en función de los gustos. Se doran en abundante aceite de oliva junto con las guindilla o cayenas molidas a fuego suave. Cuando comiencen a dorarse, y solo entonces, se añade la sal al marisco y se deja haciendo en la sartén un par de minutos.
Si se dejan más tiempo, quedarán demasiado secas y duras. Ojo, si la gamba es muy grande, casi del tamaño del gambón, déjalas un minuto más. Ya están listas las gambas al ajillo.