Sabemos de sobra que para adelgazar es fundamental, además de vigilar la dieta, incorporar la actividad física en nuestros hábitos cotidianos. Y no solo es una cuestión de estética, también es salud. Pero a veces no terminamos de encontrar el ejercicio más adecuado para nosotros: el gimnasio no nos es muy accesible, correr nos resulta demasiado pesado y el entrenamiento en casa nos es rutinario o no tenemos espacio. En estos casos, caminar puede ser una buena opción. Es un ejercicio sencillo que no requiere una condición física específica y se puede hacer en cualquier sitio. Solo hay un requisito si queremos que resulte efectivo: no vale dar un paseo, hay que caminar a buen ritmo. Es lo que se ha bautizado como power walking.
2¿ES MEJOR CAMINAR QUE CORRER?
Cuando damos un paseo a unos 5 km/h, que es la velocidad promedio de un adulto al caminar, consumimos en torno a unas 149 calorías. Efectivamente corriendo quemamos muchas más, pero si no lo hacemos con la técnica adecuada podemos llegar a sufrir daños en las articulaciones como las de los pies, las rodillas o la espalda. Así que en ese sentido el power walking, o caminar rápido, puede ser una mejor alternativa que el running. Solamente al caminar descargamos sobre cada pie el doble de kilos de nuestro peso. Cuando corremos, es cuatro veces mayor. Y el sobreesfuezo para las articulaciones aumentará cuanto mayor sea nuestro peso. Una persona que pese 60 kilos, cargará 120 kilos sobre cada pie de apoyo al caminar a paso normal, lo que aumentará a 240, repartidos entre las caderas, los pies y las rodillas, durante una carrera.