Según los datos recogidos en el Libro Blanco de la Visión en España, hay unos tres millones de españoles que utilizan lentillas para corregir diversos problemas viales como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. Las lentes de contacto son una forma práctica de ver con claridad sin tener que ponerse unas gafas. Los usuarios de este sistema lo escogen principalmente por cuestiones estéticas, porque ofrecen un mayor campo visual y porque resultan más cómodas que las gafas para determinadas actividades como puede ser la práctica deportiva (aunque no se recomiendan durante ejercicios de gran impacto).
3RIESGOS ASOCIADOS AL USO DE LENTILLAS
No son pocas las personas que se ven obligadas a dejar de utilizar lentillas, ya sea porque han aparecido problemas, o bien porque se trata de un sistema poco compatible con su ojo. En ocasiones se producen rechazos que se manifiestan con diferentes síntomas, en cuyo caso, hay que respetar las necesidades oculares y resignarse a usar unas gafas graduadas. Las personas con tendencia al ojo seco o las que viven en ambientes muy contaminados, tampoco son buenas candidatas para este sistema de corrección visual. Pero, ¿cuáles son los riesgos más frecuentes de utilizar mal las lentillas?
