En España, el que no corre vuela y eso es lo que han hecho las ITV, volar. Los centros de Inspección Técnica de Vehículos han decidido seguir los pasos de las gasolineras y aumentar los precios sin ningún tipo de justificación aparente. Que las gasolineras haya incrementado el coste de los combustibles tiene un motivo, que están destinadas a desaparecer u obligadas a reinventarse si quieren sobrevivir. Este no es el caso de los centros de ITV, ellos no desaparecerán, dado que también inspecciones los vehículos eléctricos, que serán los tipos de coches que utilicen todos los ciudadanos en un futuro muy cercano, dado que ya se están empezando a comercializar. De esta forma, algunos españoles ya cuentan con un transporte verde para moverse. Sin embargo, esto no parece suficiente para las ITV, quieren más. Por eso, han decidido sumarse al carro de las gasolineras y aumentar sus precios, empeorando todavía más la situación economía de los ciudadanos.
Los centros de ITV son uno de esos negocios que parece difícil que vayan a desaparecer, por lo menos en el largo plazo, ya que siempre habrá vehículos que necesitarán pasar por revisión cada cierto tiempo. Aunque tengan que ir adaptándose, previsiblemente sobrevivirán en el tiempo. Con todo y con eso, los establecimientos de Inspección Técnica de Vehículos han decidido aumentar sus precios durante este 2022 una media de 20 céntimos por revisión, aunque el creo final según la comunidad autónoma. Es decir, que son los gobiernos regionales, en la mayoría de casos, los que podrían meter mano respecto a estos aumentos. Sin embargo, no parece que vaya a darse este caso y, con todos los precios por las nubes uno más parece que no les importa demasiado. Quien probablemente no pensará igual son los ciudadanos españoles, quienes ven como cada día los costes de los productos aumentan, mientras los salarios permanecen estancados.
La revisión de los coches es un situación que deben superar los vehículos si quieren seguir circulando por las carreteras y vías españolas. Este análisis tiene un precio, en la Comunidad de Madrid por ejemplo, de 45,95 euros cuando se trata de coches de gasolina; y 59,95 euros cuando son diésel. En el caso de los vehículos eléctricos es coste es un poco inferior y además cuenta con un después entorno al 30 y 40% en Madrid, como medida para fomentar la compra de este tipo de coches. Ahora, en plena crisis de los carburantes, con unos coste por las nubes y un Gobierno que ya no sabe que hacer para impedir que continúen aumentando. Lo han probado todo, subvenciones o ayudas, pero nada sirve. Desde que superaron el umbral de los 2 euros no hay nada que consigue frenar esta tendencia al alza.
Y ahora no será el único precio que tendrá una elección al alza. Las ITV se han sumado también al carro y seguirán el ejemplo de las estaciones de servicio, subiendo los precios. De momento, ya que lo han subido entorno a 20 céntimos, aunque no está claro si continuarán a aumentándolo a los largo del año o será una cuestión puntual, que no se repetirá. De momento, los dueños de las ITV no han avanzado nada respecto a esta cuestión. Lo que está claro es que un nuevo sablazo para el bolsillo de los españoles ha llegado para quedarse. Una vez más los ciudadanos deben asumir estos elevados costes, mientras ven como el Gobierno se mantiene impasible.
LAS ITV SIGUEN EL EJEMPLO DE LAS GASOLINERAS
El Gobierno no ha dejado de trabajar para intentar frenar el precio de los combustibles y permitir que no suponga tanto impacto para los bolsillo de los españoles. Sin embargo, parece misión imposibles. El Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez está desesperado, ya no saben que más hacer para poner una solución a este problema. Comenzaron poniendo un ayuda de 20 céntimos, pero las gasolineras incrementaron los precios de cierta forma que llegó a comerse la ayuda. Ahora, pretenden aumentar esta ayuda en 10 céntimos, mientras las estaciones de servicio se frotan las manos. Los datos oficiales hablan de que las gasolineras, de media, están ganando un 70% más que el mismo mes del año anterior. Antes de que se aplicara el descuento de 0,20 euros por litro, el carburante rondaba 1,80 euros el litro. Un mes después, el precio se disparó hasta comerse la ayuda.
Ahora, la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño ha sido la elegida para anunciar que el Ejecutivo sopesa aumentar esa “ayudita” en 0,10 euros más. Y claro, las gasolineras ya se frotan las manos porque lo que no pretenden es asumir esas pérdidas. El problema es que el Gobierno está “sin ideas” porque cualquier medida que tomen será absorbida por las cuentas de las estaciones de servicio. Ya han ganado, según los datos oficiales, un 70% más de media que el año anterior. Y nada parece indicar que quieran romper esa racha al alza.