La fama en el cine es caprichosa, y en algunos casos más breve de lo esperado. Ya lo dice Rosalía “es mala amante la fama y no va a quererte de verdad/ es demasia’o traicionera, y como ella viene, se te va”. Esto lo saben bien algunos actores o actrices del momento, que disfrutan de las mieles de un éxito lleno de promesas que al final se quedan en nada.
No son pocos los jóvenes intérpretes que han destacado en sus primeros trabajos, pero a pesar de su demostrado talento, han ido desapareciendo poco a poco del mundo audiovisual, algunos involuntariamente y otros por decisión propia.
1CUANDO LA FAMA PESA DEMASIADO
Muchos descubren que la exposición pública y la fama no es algo que vaya con ellos y a pesar de tener dotes para la interpretación, prefieren retirarse para trabajar tras las cámaras o dedicarse a otra profesión. Es el caso de Cristina Urgel, que tras obtener el éxito internacional con La Reina del Sur, ha decidido dejar de ser actriz, para pasar a dirigir y producir.
O el de Silke, que se convirtió en el rostro del cine de los 90 y principios de los 2000, pero se sintió tan desbordada que lo dejó todo para vivir una vida anónima en Ibiza. Pero no son los únicos casos de intérpretes caídos en el olvido.