A quién no le gusta el pollo y a quién no le gusta una receta tan típica como las alitas de pollo. Es un plato de lo más solicitado y uno de los estandartes de la comida rápida junto con la hamburguesa. Sin embargo, como pasa también con la hamburguesa, lo delicioso trae a veces el problema de las calorías y la culpabilidad de que te engorde. Pues para todo hay solución y vamos a guiarte para poder disfrutar de unas alitas que no engorden.
Las alitas de pollo no sólo son una tentación para cualquiera, incluido los niños, a los que les encanta. También es una receta muy fácil de elaborar y con múltiples opciones y maneras de hacer. Pues una de ellas y muy útil para los que se preocupan por la salud y el peso, es una forma de hacer las alitas de la manera más equilibrada posible.
8Ingredientes
- 1 Kg. alitas de pollo.
- Sal.
- Pimienta.
- Ajo.
- Perejil (u orégano).
- Aceite de oliva virgen extra.
- Agua.
En primer lugar tenemos que limpiar las alitas. Yo suelo cortar la parte de la pinza que no se come. Después salpimentamos al gusto y en una olla con agua las introducimos. Las tendremos 10 minutos desde que suba el segundo anillo.
Ponemos en una bandeja de horno las alitas y las condimentamos a nuestro gusto, desde un poco de aceite de oliva con ajo y perejil, como con salsa barbacoa. Las tendremos durante 10 minutos a 200ºC o hasta que estén doradas y listo.
La ventaja es poder comer alitas en cualquier momento con solo 10 minutos de horno recién hechas, además al estar previamente cocidas, la carne está tierna y el palo de la alita sale solo. No notaréis la diferencia.