Hablar sobre el incremento de los precios de los combustibles y lo costoso que se ha vuelto llenar el taque del coche ya casi es un tema cliché dentro de las conversaciones del español promedio, pero es necesario poner el foco en los verdaderos responsables de esta situación a la hora de señalar culpas, porque si bien es cierto que detrás de cada estación de servicio hay un empresario, la realidad es que quienes sacan la tajada más gorda son las petroleras y el Gobierno.
De acuerdo con informaciones que hicieron llegar a este medio empresarios vinculados con estaciones de servicio, del total del precio que tiene cada litro de combustible solo 10 o 12 céntimos son parte de la ganancia del dueño de la estación, mientras que el excedente se reparte entre la empresa petrolera que provee el combustible y el Ejecutivo, lo que quiere decir que al final, las ganancias del Estado se incrementarán proporcionalmente al incremento de los precios que fijan las compañías petroleras.
Es decir, que si el litro de combustible tiene un precio de 1 euro, al empresario le corresponde una ganancia de 10 céntimos por litro, y entre el Gobierno y las petroleras se reparten los 90 céntimos restantes, pero si la gasolina alcanza el precio de los 2 euros por litro, al empresario le siguen correspondiendo los 10 céntimos por litro, mientras que el Gobierno y las compañías petroleras se dividen el 1,90 euro restante.
Cuando usted surte el tanque de su coche en cualquiera de las estaciones debe tener claro que el beneficio promedio de los empresarios de las gasolineras fue de 3 céntimos en el mes de mayo, según explicó Nacho Rabadán, director de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicios en una entrevista que concedió a un canal de televisión en días pasados.
De acuerdo con los empresarios dedicados a las estaciones de servicios, sus ganancias totales dependerán, en principio, de la modalidad: si sin propietarios, arrendadores, gestores o compran en firme la estación.
Al final, la ganancia del Gobierno pasa por ese 21% de IVA, más el resto de impuestos con los que se tasan los hidrocarburos, que al final incrementan el precio total que paga el consumidor. Los otros impuestos que paga, además del IVA, cada vez que surte su coche, son el impuesto especial a Hidrocarburos y el impuesto sobre ventas minoristas del Estado, que en total, los tres suman más del 50% del precio total que paga cada cliente.
«Entiendo que cuando uno ve en una gasolinera el cartel de Repsol, Cepsa o Bp, pueda interpretar que esa gasolinera pertenece a esas compañías, pero no es así, el 90% de las gasolineras pertenecen a un autónomo que emplean a 4-5 personas. Las compañías firman un contrato de abanderamiento con el autónomo, le venden su producto al precio que marca la compañía por ese pequeño margen de 10 céntimos y le ponen la calidad de su producto; las promociones, etc..
Resumiendo , quien se está forrando es el Gobierno«, expresó un empresario a Moncloa.com.
Más allá de los márgenes de ganancia de los combustibles, los empresarios tienen ahora la variante de los 20 céntimos de subsidio, que deben pagar a las compañías proveedoras del combustible, pero que de acuerdo con lo que han denunciado, el Gobierno está tardando en ponerse al día con estos pagos, por lo que son al final los empresarios quienes deben hacer frente y honrar los pagos, hasta que desde el Ejecutivo desembolsen el dinero.
En la entrevista que concedió Rabadán en días pasados a un canal de televisión, el directivo de la CEEES explicaba además que es el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el que debe conocer, de primera mano, las cotizaciones internacionales, no solo del petróleo sino de los productos refinados, que es lo que define el precio de los combustibles.
Es esta misma institución la que solicita, con periodicidad, a la agencia tributaria, los datos que los empresarios ceden a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y allí aparecen detallados los márgenes de ganancia de quienes se dedican a vender combustible en las estaciones de servicio.
El empresario indicó que ninguno de los agremiados quería que el precio de los combustibles superara los 2 euros por litro y que los márgenes se han ido estrechando progresivamente, pero que al final es el consumidor al que le toca asumir, de su bolsillo, estos costos.
De momento, el Ejecutivo estima mantener el subsidio de los 20 céntimos por un buen tiempo más y se está analizando si es posible hacer una aportación adicional, debido al alza de los precios internacionales del petróleo.