Cuando pensamos una piscina, pensamos en su agua dulce. Efectivamente, la mayoría se llena de agua con cloro y otros productos químicos para mantenerla libre de gérmenes. Estos tratamientos implican un mantenimiento muy cuidadoso del agua, para evitar que se eche a perder y que se convierta en un foco de infecciones de todo tipo. Sin embargo, cada vez son más las personas que deciden pasarse al agua salada para sus piscinas y despedirse del cloro.
5INSTALAR EL CLORADOR: PASO A PASO

El clorador es el elemento clave, y el que se va a encargar de transformar la piscina. El primer paso es equilibrar el agua siguiendo las indicaciones del manual de instalación del clorador. Después, hay que añadir la cantidad de sal específica, según el volumen de agua de la piscina. Por lo general, en el manual se incluye una tabla de sal que recoge diferentes factores. A continuación instalamos el panel del clorador de agua salada en una pared, y lo conectamos a la alimentación eléctrica.