Cuando pensamos una piscina, pensamos en su agua dulce. Efectivamente, la mayoría se llena de agua con cloro y otros productos químicos para mantenerla libre de gérmenes. Estos tratamientos implican un mantenimiento muy cuidadoso del agua, para evitar que se eche a perder y que se convierta en un foco de infecciones de todo tipo. Sin embargo, cada vez son más las personas que deciden pasarse al agua salada para sus piscinas y despedirse del cloro.
1VENTAJAS DE TENER UNA PISCINA DE AGUA SALADA
Las piscinas de agua salada tienen algunas ventajas muy interesantes frente a las piscinas tradicionales. Por ejemplo, el agua salada es más natural y más respetuosa con la piel, no provoca picores ni enrojece los ojos. Además, su mantenimiento es más sencillo y más barato, por lo que es una alternativa muy interesante dentro de la economía familiar. ¿Te interesa convertir tu piscina en una de agua salada? A continuación te explicamos los pasos que debes seguir.