Con el calor, son muchas las personas que acuden a refrescarse a la piscina pública, sean municipales o de la comunidad de vecinos. Son un verdadero alivio durante el verano y proporcionan horas de diversión, entretenimiento y relax al aire libre. Sin embargo, se ha comprobado que el riesgo de sufrir infecciones provocadas por hongos o bacterias se incrementa hasta un 50%.
3CONJUNTIVITIS
Otra infección común es la conjuntivitis, que provoca que se inflame la conjuntiva, una fina membrana que recubre la parte interna del párpado y el globo ocular. Es frecuente que al salir del agua nos frotemos los ojos, un gesto que puede favorecer que los patógenos del agua entren en contacto con el interior del ojo. El cloro de las piscinas también puede provocar inflamación. Los síntomas incluyen irritación, lagrimeo y sensación de arena en los ojos. Es importante no abrir los ojos bajo el agua, y lo ideal sería utilizar gafas de natación.