El pulpo gallego, la materia prima para hacer el conocido pulpo a feira, es cada vez más difícil de encontrar en la costa norteña. La captura desmedida y una demanda insostenible han provocado que el molusco nacional se convierta en un producto casi de lujo. Por este motivo es que la gran mayoría que se comen en España proceden de las aguas de Mauritania y el Sáhara.
El sabor es similar, pero no es lo mismo consumirlo fresco recién sacado del mar, que uno que viene congelado y se ha transportado. En esta nota te contamos cómo se elabora este plato tan presente en las fiestas, ferias y romerías de Galicia, El Bierzo y Sanabria.
4Sin la protección de la denominación de origen
Otro peligro que sufre el pulpo gallego es que no tiene una denominación de origen. Por ello, es muy sencillo comprarlo africano, traerlo a España y venderlo como gallego. Además, la importación es necesaria si se tiene en cuenta que los españoles consumen cerca de 60.000 toneladas anuales. Si en 2019 las lonjas gallegas vendieron 2.129,57 toneladas, esto implicaría que tan sólo el 3,5 % del consumido en España venía, realmente, de Galicia.