Lleva un poco más de un año en el exilio, tras estar siete años preso en Venezuela. Es quizá uno de los políticos del país caribeño más conocidos en el ámbito internacional, por todo lo que ha sucedido en torno a él, su captura, sus intentos de acabar con la dictadura venezolana y su salida del país. Es Leopoldo López, el expreso político más emblemático de la oposición venezolano, quien conversó con Moncloa.com sobre cómo es vivir en el exilio y lo que ha pasado entre las filas opositoras durante los últimos años.
López reconoce que se han cometido muchos errores dentro de la oposición y considera que dentro de quienes se hacen llamar opositores hay algunos que funcionan como marionetas del régimen de Nicolás Maduro. Confesó que fue mu difícil para él tomar la decisión de salir de su país, después de haber estado preso durante tantos años, pero lo hizo por el compromiso que tenía con su familia y que cada una de las decisiones políticas que ha tomado han sido pensando en que han sido las mejores para intentar salir de la dictadura.
En una conversación de un poco menos de media hora con este medio, el ex alcalde del municipio Chacao, Leopoldo López sigue pensando que, de cara a unas venideras elecciones en Venezuela, lo más importante es tratar de que se hagan mediante un proceso de negociación en el que se deben dar garantías de que habrá condiciones, so pena de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra funcionarios del régimen de Nicolás Maduro.
El líder opositor reconoce que en este momento no tendría ningún sentido que la oposición participara en un proceso de elecciones en Venezuela donde no sea posible plantear un cambio político en el país suramericano y en este caso las sanciones contra el régimen son el as bajo la manga en la que se apoyará la iniciativa opositora para forzar un cambio político en Venezuela.
Finalmente, para Leopoldo López la esperanza del pueblo venezolano, en estos momentos, es volver a movilizar a la población, pese a las frustraciones y las decepciones de los últimos años, en los que la sociedad venezolana ha terminado harta de sus políticos, encerrada en la dinámica de la supervivencia y la «normalización» de un sistema de gobierno que mantiene al país caribeño sumido en la miseria y en la anomia absoluta, a consecuencia de una crisis política e institucional impulsada, a propósito, por las dictaduras de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
