Pedro Sánchez sigue desesperado por lograr algún tipo de simpatía por parte del Gobierno de Joe Biden y Estados Unidos lo tiene muy claro. La necesidad de atención del presidente de Gobierno por las autoridades norteamericanas han hecho que la nación del Tío Sam se valga de ello para llevar a la agenda de la Cumbre de las Américas la propuesta que le tenían preparada a José Manuel Albares y que ha terminado por aceptar Pilar Cancela, secretaria de Estado de Cooperación Internacional en el Ministerio de Asuntos Exteriores, de permitir el traslado a España migrantes centroamericanos.
El anuncio fue hecho el viernes pasado por la Casa Blanca, en un comunicado que señala que España duplicará el número de visas laborales que otorgarán a ciudadanos hondureños; el gol que le metió Estados Unidos a España en la Cumbre de las Américas, donde la representación española solo dijo sí, señor.
Pero ¿Cómo pretende España enfrentar esta situación, si el sistema de migraciones está prácticamente colapsado en este momento? En días recientes desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se adelantó que la reforma, que busca modificar el reglamento de la Ley de Extranjería para allanar el camino a los migrantes extranjeros, para regularizarlos de manera expedita, con miras a incorporarlos en las áreas laborales donde falta mano de obra.
¿Será que acaso las autoridades se aprovecharán de esta reforma para honrar el compromiso asumido con Estados Unidos? Esta iniciativa de Escrivá ocurre justamente cuando el sistema de solicitud de citas para pedir protección internacional (asilo) está completamente colapsado y es imposible acceder a la página web donde está el sistema de cupos, debido a las gestiones que piratas informáticos que acaparan las citas para venderlas entre los migrantes que se encuentran en situación irregular.
Pero por otro lado, está la idea de Podemos de incentivar la regularización masiva de ciudadanos marroquíes, con miras a facilitarles la participación en las votaciones municipales que se celebrarán en 2023. Los morados saben que si desean elevar su número de votantes y simpatizantes con la izquierda, deben favorecer a los marroquíes, que al final son la etnia que más simpatía por ellos pueden tener, aunque la excusa que han mencionado los voceros del Gobierno de Pedro Sánchez es que estas personas contribuyen con la economía con su trabajo.
La representación de Escrivá no se pudo resistir a la carta bajo la manga que lleva el Gobierno de Biden, porque la meta es es buscar la simpatía hacia Sánchez y por eso era determinante la agenda que llevaba España en la Cumbre de las Américas, que se desarrolló en la ciudad norteamericana de Los Ángeles entre el 6 y el 10 de junio y donde el ministro de Asuntos Exteriores estaba invitado, pero a la que no pudo acudir, por quedarse apagando el fuego desatado con Argelia por el cambio del Gobierno de Sánchez frente a Marruecos.
Solo habrá que ver cuáles son las condiciones en las que Estados Unidos le coló la opción de ofrecer más visas laborales a los hondureños y las letras pequeñas de la negociación que buscará traer al país mano de obra centroamericana. Lo que está visto es que desde Washington están procurando soluciones para la crisis migratoria que se ha desatado en su frontera sur con las olas de migrantes provenientes de Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Haití, El Salvador y Honduras que pasan por México antes de intentar cruzar a territorio norteamericano.
Esta situación podría verse allanada por la iniciativa impulsada por Escrivá, que de acuerdo con el propio Gobierno, el sistema actual no es lo suficientemente ágil para regularizar a los migrantes que permanecen en el país sin documentación, lo que además propicia que muchos se vean obligados a trabajar de manera ilegal, sometidos a explotación.
La iniciativa del Ministerio de Inclusión plantea tres aristas, entre las que consideran además que se les permita trabajar a los estudiantes extranjeros mientras permanezcan en el país, la obtención de papeles para los migrantes que estén en el país, de manera irregular, que les permita trabajar en aquellas áreas en las que se necesite mano de obra así como la contratación de extranjeros desde su país.
Sin embargo, a todas estas iniciativas de modificar la política migratoria actual, las autoridades siguen haciéndose los desentendidos con la realidad de los miles de migrantes que permanecen en situación irregular al no poder conseguir una cita para formalizar la solicitud de asilo; tan solo en Valencia son más de 7 mil las personas que llevan meses intentando regularizar su situación.
Tampoco parecen hacer nada sobre la situación de vulnerabilidad de los sistemas informáticos del Estado español, porque este medio tiene más de una semana intentando obtener información sobre qué están haciendo la Policía Nacional y desde el Ministerio de Economía y Transformación Digital, donde se centraliza el sistema de citas para la solicitud de asilo, ante los embates de los piratas informáticos que acaparan las citas, pero no hay manera de que los organismos respondan las inquietudes que se le han planteado.