El jamón ibérico es una de nuestras joyas gastronómicas. Es apreciada no sólo por los españoles, sino por cualquier extranjero que visita el país. Es más, se demanda mucho fuera de nuestras fronteras, con lo que su exportación es un gran negocio. Es una seña de identidad en el comer, como lo es la paella o la tortilla de patatas. Sin embargo, como en todo, los hay menos buenos, buenos y excelentes. Ahí es donde vamos a entrar, para ir más allá y ser sibaritas, diferenciando lo bueno de lo sobresaliente, como se hace con otras delicatessen como aceites de oliva o vinos. Veamos las diferencias según un referente en el análisis de calidad, como es la OCU.
8TIPOS DE JAMÓN IBÉRICO
Atendiendo a la calidad y sabiendo los factores de diferenciación, veamos la división:
Jamón ibérico de bellota
Se define, de este modo, al jamón de calidad superior, proveniente de un cerdo 50, 75 o 100% raza ibérica que ha sido criado en libertad en dehesas. Además, en sus últimos meses de vida, durante la montanera, ha sido alimentado de bellotas y pastos naturales.
Jamón ibérico de cebo de campo
En este caso, el cerdo ibérico ha sido criado en libertad, con una alimentación equilibrada entre pastos naturales y piensos.
El jamón ibérico de cebo
Por último, recibe este nombre el cerdo ibérico que no ha salido de la granja durante su crianza, recibiendo una alimentación basada en piensos de legumbres y cereales.