El jamón ibérico es una de nuestras joyas gastronómicas. Es apreciada no sólo por los españoles, sino por cualquier extranjero que visita el país. Es más, se demanda mucho fuera de nuestras fronteras, con lo que su exportación es un gran negocio. Es una seña de identidad en el comer, como lo es la paella o la tortilla de patatas. Sin embargo, como en todo, los hay menos buenos, buenos y excelentes. Ahí es donde vamos a entrar, para ir más allá y ser sibaritas, diferenciando lo bueno de lo sobresaliente, como se hace con otras delicatessen como aceites de oliva o vinos. Veamos las diferencias según un referente en el análisis de calidad, como es la OCU.
6Y ENTRE JAMÓN IBÉRICO, EL LINAJE
Dentro de los jamones ibéricos, existe otra división en base al porcentaje de linaje ibérico que posea el cerdo. De este modo, el jamón 100% ibérico será aquel que proviene de padres 100% ibéricos inscritos en el libro de la raza. Mientras que el jamón 50 o 75% ibérico proviene del cruce de la raza ibérica principalmente con Duroc, de este modo, un jamón 75% ibérico significa que es un hijo de una madre pura ibérica (100%) y de un padre que es a su vez producto de una madre 100% ibérica y un padre cruzado con raza Duroc.