La fiscal General del Estado, Dolores Delgado, está preparando movimientos entre sus filas. No tiene claro que el PSOE vaya a alzarse con la victoria en las próximas elecciones general y que Pedro Sánchez vaya a revalidar su cargo una legislatura más. Esto implicaría que su cargo corre peligro, dado que el nuevo partido político que llegara al Gobierno haría cambios en la cúpula de la Fiscalía e impondría a una nuevo persona para asumir la dirección del Ministerio Fiscal. Por eso, Dolores Delgado está realizando cambios y movimientos entre las filas de este organismo para poder situar a personas de su entorno cerca en distintos cargos. De esta forma, está preparando el despido de Begoña Labanda, una fiscal que promovió la composición del juzgado de lo social que se encuentra ubicado en la Plaza de los Cubos, en Madrid. En el caso de que finalmente se tramite su cese corre peligro la continuidad del equipo de fiscales de lo social.
Dolores Delgado pretende exprimir su cargo al máximo y hasta el último momento continuará haciendo cambios y tomando decisiones en pos de las personas de su confianza. Sin embargo, para que ayudar a los perfiles de su entorno más cercano es necesario que otros sufran las consecuencias. Así, según ha asegurado fuentes de la fiscalía, se está preparando el cese de Begoña Labanda, la quieren fuera del Juzgado de lo Social de Madrid. Se trata de una persona que ha trabajado por conformar este organismo, que ha luchado para que haya todo un equipo de fiscales de lo social, capitaneados por ella. Ahora, que esta fiscal ya tiene los días contados al frente de este barco. Y no solo eso, sino que su salida podría provocar muchos más movimientos dentro de este equipo.
LOS FISCALES DE LOS SOCIAL SERÁN TRASLADADOS
El cese de Begoña Labanda podría suponer también la extinción de este grupo de fiscales. Si bien al resto de perfiles no les van a despedir, sí que serán trasladados a otras ubicaciones en juzgados de la Comunidad de Madrid. Es decir, el organismo de lo social tiene los días contados, sus fiscales están a punto de abandonar las paredes de esta institución. Según fuentes conocedoras de este movimiento, aseguran que están «intranquilos» y a la espera que de que finalmente estos cambios se lleven a cabo y les comuniques su nuevo lugar de trabajo. Y es que, la Plaza de los Cubos dejará de contar con estos profesionales en el corto plazo. La primera en salir será Begoña Labanda, pero el resto de sus fiscales, lo que ella ha ubicado en los social, no tardarán también en abandonar este juzgado.
Todo ello motivado por una persona, por Dolores Delgado, tiene claro que antes de dejar cargo de fiscal General del Estado va a tratar de colocar a personas de su confianza en distintos cargos. Va a llenar las instituciones con los perfiles que le han sido leales y la han apoyado. Toda tiene más de un año va realizar estos movimientos, dado que las elecciones general no tendrán lugar, previsiblemente, hasta finales del año 2023. En este momento, se decidirá el próximo partido que dirigirá España durante los siguientes cuatro años, que, además, podría ser decisivo para su futuro al frente del Ministerio Fiscal, para su supervivencia en la institución pública. A pesar de que quiera ayudar a sus afines, no es que cuente con demasiados apoyos, ya que los fiscales están hartos de las decisiones que ha ido imponiendo la fiscal General del Estado, lo que ha incrementado el malestar entre sus compañeros de carrera.
DOLORES DELGADO ESTÁ SOLA
La fiscal General del Estado ha tomado una serie de medidas que no han gustado demasiado. Esta gestión podría decantar la balanza dentro de la cúpula Fiscal hacia el lado de los conservadores que podrían conseguir un número mayoritario de integrantes en el Consejo Fiscal. Es decir, los Fiscales se están revolviendo contra las imposiciones de Delgado y dejando totalmente sola a la fiscal. Dolores Delgado está con la espada y la pared, se está quedando sola entre las filas de su departamento, ya que cada vez tiene menos apoyos.
Delgado, además de decisiones en diversos casos, ha nombrado a algunos cargos dentro de la cúpula que están más basados en decisiones ideológicas que en otras cuestiones. Este es el caso de María Ángeles Sánchez Conde, un movimiento que permite a la fiscal General asegurarse el control de los procesos legales contra el Gobierno de Pedro Sánchez en los que ella debería abstenerse. La teniente fiscal del Tribunal Supremo pertenece a Unión Progresista de Fiscales (UPF), la misma asociación de la que forma parte su «jefa», Dolores Delgado. Además, es la «protegida» de Cándido Conde-Pumpido, el magistrado del Tribunal Constitucional, muy vinculado con el PSOE, ya que fue la formación que hoy dirige Pedro Sánchez quien sugirió a Conde-Pumpido para su actual puesto.