Toni Cantó quiere volver a su tierra, a su Valencia. El exactor y político ya se ha cansado del ritmo de trabajo de la Oficina del Español y busca un cambio que le acerque al calor y sonido del mar de las playas de Valencia, busca ser líder del PP Valencia. Después de casi siete meses al frente del «chiringuito del español», todavía no se sabe muy bien a que se dedica este departamento, es una nube de dudas e incógnita, ya que no han llevado a cabo ningún proyecto de demasiada transcendencia, ni ninguna medida en general. Sin embargo, Toni Cantó se ha cansado de este ritmo y busca un cambio, ahora está buscando que le «regalen», como pasó con la Oficina del Español, el liderato del PP de Valencia.
Toni Cantó llegó a Madrid como un gran chaquetero, como el chaquetero de Ciudadanos, el que abrió la veda a la huida de los políticos de la formación naranja, y con la mirada puesta en las elecciones madrileñas y, sobre todo, en las listas de Ayuso, de las que quería formar parte. Así, Toni puso rumbo a la capital para presentarse como número cinco en la lista de los «populares». Tanta velocidad le puso que se le pasó empadronarse en la fecha correcta y el 11 de abril de 2021 el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 5 de Madrid sentenció que la inclusión de su candidatura en las listas no se ajustan a derecho y por tanto no puede presentarse a las elecciones. El sueño de un chaquetero frustrado.
LA OFICINA DEL ESPAÑOL TIENE COMO OBJETIVO «hacer de Madrid la capital europea del español»
Sin embargo, la presidenta madrileña no iba a dejarle en la estacada y le creó un chiringuito a su medida: la Oficina del Español. El departamento depende de la Consejería de Cultura, en especial en presupuesto, ya que carece de una partida propia. Pero, lo que más sorprende es la falta de iniciativas y trabajos llevados a cabo por esta Oficina. Eso sí, Cantó cuenta con un sueldo de más de 75.000 euros anuales para llevar a cabo un objetivo de suma importancia: «hacer de Madrid la capital europea del español». Esta es la principal misión del «chiringuito» de Toni, según explicó Ayuso. Algo que no le iba a costar demasiado al político valenciano, ya que es la única capital de Europa en la que el español, más bien el castellano, es la lengua oficinal. Es decir, una sección con un fin al que cuesta encontrarle la utilidad y, que parece que ni Toni tiene claro.
El político llegó como un revolucionario a Madrid, apareciendo junto a Ayuso en muchos de los actos de campaña electoral. Se presentaba como todo un activo dentro del grupo de los populares. Sin embargo, el varapalo del Juzgado madrileño que lo dejó fuera de las listas y su nombramiento al frente de las Oficinas del Español fueron dos mazazos para el exactor. Así, su figura ha ido perdiendo cada vez más peso dentro de la formación hasta quedar relegado a una posición apartada, de poco. Además del festival de la Hispanidad, reunirse con varios diplomático y llevar a cabo un convenio con la Real Academia Española (RAE) la federación de Escuelas de español para extranjeros (Fedele) y el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), poco más ha realizado este departamento.
Ayuso siempre defendió que este proyecto llevaba dos años entre los programas pendientes del partido y rechazaba que se tratara de un «chiringuito» para Toni. Sin embargo, lo que está claro es que la sección llegó justo para buscarle un hueco. Así, el departamento que se instauró y creó expresamente para colocar a una persona: Toni Cantó. Antes de que aterrizara este político en ellas, las Oficinas del Español no existían, fue un «as en la manga» de Ayuso para contentar a Toni y conseguir incluirle en el Gobierno o, por lo menos, que él crea que es así, ya que el peso de su sección es poco o nada relevante en el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid. Tanto es así que no tiene una página web, no lleva proyectos de peso y, en las declaraciones de los miembros del partido, parece que ya nadie se acuerda de esta sección.
Ahora, Cantó parece que se ha cansado del poco o ningún ritmo de trabajo de la Oficina que dirige, se ha cansado de su «chiringuito» a medida. El político quiere volver a la acción y ha pedido que le «regalen» el liderato del Partido Popular en Valencia y así volver a su casa. Quiere salir de las cuatro paredes de la Oficina del Español, se ha cansado de la «dura» vida de este departamento. Busca volver a recuperar un puesto más relevante en el grupo popular, busca reivindicar un puesto de más peso, busca volver a la primera línea, busca dirigir Valencia y para ello, espera, que como le paso con la Oficina del Español en Madrid, el cargo le caiga del cielo y se lo «regalen».