Para los habitantes de Los Ángeles de San Rafael el problema con el agua potable es una constante, por el precio, por la turbiedad y por las fallas en el suministro. La realidad es que las tarifas están a cargo de la empresa gestora Aquona, cuyo presidente es Jesús García Del Valle, el responsable de que los afectados paguen tres veces más cada vez que les toca abrir el grifo. Esta empresa tiene la concesión porque ha sido la seleccionada por el promotor de las obras que dieron origen a esta comunidad.
El problema con esta comunidad segoviana es que llevar el agua desde el embalse de Los Ángeles hasta los hogares de sus habitantes es inmensamente costoso, muchos más que lo que pagan en los ayuntamientos vecinos, porque por un tema de gravedad, porque la localidad está ubicada a un nivel más alto de lo que se encuentra el área desde donde se saca el recurso, por lo que necesitan bombearla, pero además, son las comisiones de la empresa que lo gestiona lo que puede estar marcando la diferencia en lo que paga cada hogar en sus facturas.
Más allá del tema de la gravedad y los costos que implica llevar el agua del embalse de Los Ángeles hasta los hogares de los 1500 habitantes que tiene San Rafael, es la compañía Aquona la que actualmente tiene la concesión para la explotación, por lo que, en efecto, llevar el agua sale costoso, pero quizá no debería ser tan costoso como lo reflejan las facturas de los afectados; situación que ha causado malestar entre los habitantes de la zona, que se quejan por la calidad del servicio.
Así lo explicó el concejal Jesús Ángel Gascón, quien reconoció que es una situación compleja, porque durante muchos años se tomó el agua del embalse de El Carrascal, pero más recientemente las tomas se hacen desde Los Ángeles, el detalle está en que hacer el proceso de surtido en la comunidad no depende directamente de las autoridades del ayuntamiento sino de la empresa que lo gestiona, por decisión del promotor.
«La calidad del agua es muy buena. Sí es cierto que es muy costoso, pero la calidad es la mejor. Puede que en alguna oportunidad llegue a salir turbia, pero eso se debe a los trabajos de reparación que se hacen en las líneas de distribución, pero que una vez que se solucionan, se abre el grifo, se deja correr un poco para que salga el barro que cae en las reparaciones y en cuestión de minutos ya sale el agua normal», explicó el funcionario a este medio, a través de una conversación telefónica.
Existe una mancomunidad entre los ayuntamientos de El Espinar y Vegas de Matute que esperan obtener la concesión para la explotación del recurso para esta localidad, con miras a hacer mejorías en el sistema de distribución que a la larga repercutan en los costos, pero para ellos, las autoridades les exigían un estudio general sobre el consumo, que ya se elaboró, y que esperan que en muy corto plazo genere la decisión para que a través de la mancomunidad se lleguen a administrar los recursos de esa población y que de esta manera se lleguen a sincerar los precios del servicio.
Esa empresa que se encarga de la gestión actualmente fue la escogida por el promotor de las obras que se hicieron en esa localidad segoviana, por lo que el ayuntamiento no tiene nada que ver, por lo tanto, será en el momento en que se le otorgue la concesión a la mancomunidad que la situación se pueda mejorar.
De acuerdo con los balances financieros de Aquona, las gestiones de entre 2018 y 2020 dejaron más de casi 200.000 euros en ganancias, solo por gestionar el recurso para estas comunidades, lo da cuenta de lo costoso que puede llegar a ser para sus habitantes cada factura a pagar.
El funcionario indicó que en total son 42 kilómetros de viales que por su antigüedad, deben ser reparados constantemente, pero que es parte del mantenimiento que se le debe dar a las líneas para garantizar el suministro a las comunidades de la zona.
Gascón señaló que el problema con estas comunidades es que cuando hay tormentas y suele haber problemas con el suministro, en lugar de presentar las quejas directamente a Aquona, que es la compañía que al final se encarga de la gestión del agua en Los Ángeles de San Rafael y quienes al final meten la mano en los bolsillos de los afectados, se quejan de las autoridades del ayuntamiento que no tienen que ver con la calidad del servicio.