El pleno del Parlamento Europeo ha rechazado este miércoles el informe que marcaba sus líneas rojas sobre la reforma del comercio de emisiones. Se ha producido tras la adopción de varias enmiendas que rebajaban la ambición de lo pactado previamente. Todo ello ha significado un frenazo en el proceso y el asunto deberá volver a ser discutido en comisión parlamentaria.
Con 340 votos en contra, 265 a favor y 34 abstenciones, los eurodiputados han rechazado este miércoles el informe que marcaba la posición negociadora de la Cámara respecto a la reforma del comercio de emisiones, con lo que también han caído otras dos piezas sobre el mecanismo de ajuste de carbono en frontera (CBAM) y al fondo social para el clima.
Estos dossieres son tres de los ocho que forman un paquete más amplio llamado ‘Objetivo 55’, que tiene por objetivo reducir las emisiones netas de la UE en un 55% para 2030 de cara a alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Los grupos parlamentarios europeos se han responsabilizado entre sí por el resultado de la votación. El grupo socialista y el grupo de los verdes han acusado al Partido Popular Europeo de pactar ciertas enmiendas con grupos de la extrema derecha para lograr una reducción en la ambición de los objetivos de emisiones.
Unos reproches a los que el Partido Popular Europeo ha respondido acusando a las fuerzas progresistas de votar con la ultraderecha para tumbar el informe en el último momento después de que, el grupo socialista pidiera un receso para poder reorganizar postura, al considerar que había enmiendas que cambiaban el sentido y se tenía que cambiar la estrategia.
De hecho, una de las enmiendas que ha provocado el cambio en el sentido del voto de los progresistas retrasaba a 2034 los objetivos de eliminación de los derechos de emisión gratuitos, frente a la fecha de 2030 que fijaba el primer texto adoptado en comisión de Medio Ambiente.
Otra de las enmiendas, presentadas por los populares europeos planteaba que el Fondo Social Europeo, que tiene por objetivo garantizar la transición justa para la ciudadanía, se pudiera destinar a empresas. Una propuesta que ha sido rechazada y para que, finalmente, el Parlamento haya aplazado la adopción del Fondo Social Europeo y el CBAM.
La líder de los Socialistas y Demócratas en la Eurocámara, Iratxe García, ha pedido a los conservadores «no hacer trampas al solitario y ha añadido que «no pueden pedir el voto a la extrema derecha para rebajar las ambiciones y luego pedirnos a nosotros que votemos eso. Vamos a ser coherentes», ha señalado García, tras explicar el voto de su grupo para que la posición de la Eurocámara fuera debatida de nuevo en la comisión parlamentaria competente.
Además, el jefe de la delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, ha criticado el voto en contra de los socialistas europeos y «la pinza con Vox» y otras formaciones que ha terminado por tumbar el proyecto. «Se han equivocado, es un día triste para Europa y para la lucha contra el cambio climático», ha señalado.