Las patatas fritas de bolsa son realmente apetitosas y le gustan prácticamente a todo el mundo. Nos encantan porque son crujientes y sabrosas, dos características que estimulan el sistema de recompensa del cerebro, y nos hace querer repetir. El problema es que, por mucho que nos gusten, no son un producto demasiado recomendable. De hecho, se debe evitar su consumo todo lo posible y reducir a momentos muy puntuales. De lo contrario, pueden llegar a crear patrones de alimentación inadecuados, y desplazar a otros alimentos saludables que si deberíamos ingerir sin falta. Pero, ¿cuáles son exactamente los peligros de este rico alimento?
3SON CALORÍAS VACÍAS
Con las patatas fritas de bolsa pasa lo mismo que con el alcohol. Si nos fijamos en la información nutricional de la etiqueta, veremos que todo son calorías, grasas, grandes cantidades de sal, y poco más. No aportan nada nutricionalmente, son solo un placer en las papilas gustativas. El problema de esto es que si nos llenamos de patatas, dejamos de ingerir otros alimentos que sí aportan nutrientes y tienen beneficios para la salud.