No todos, pero la mayoría de los integrantes de Unidas Podemos aseguran estar hartos del proceso de escucha permanente de Yolanda Díaz. La vicepresidenta del Gobierno ha dado el primer paso para poner en marcha su formación. Se llama ‘Sumar’ y con tan solo dos días de preexistencia ha conseguido desesperar a todos los integrantes que quieren ir en las listas de Yolanda. La pretensión inicial del equipo de la gallega es que sean los demás quienes se acerquen a pedir limosna al partido. Y dado que nadie entiende muy bien cuál será el proceso de integración de Podemos en Sumar, el malestar y la incertidumbre se han generalizado. La también ministra de Trabajo tiene una idea, pero está esperando que sean los demás quienes se acerquen a ella. Yolanda, por el momento, no ha dado pasos claros más allá que su proximidad a Más Madrid.
Yolanda habla de un proceso de escucha, pero la realidad es que no escucha a nadie porque no se ha puesto en contacto con casi nadie de Unidas Podemos para hablar de la integración de su nueva formación. Quiere escuchar, pero también quiere que se acerquen a la sede donde ella tiene su despacho para que le cuenten qué plan tienen. Están enfrentados con Podemos, están ignorando a otras formaciones como Izquierda Unida y tampoco han dado pasos claros para la creación de su nueva formación. Lo único que han hecho ha sido ponerse en contacto con un diseñador para sacar adelante y registrar un logo que no ha convencido a la mayoría. Y entretanto, el reloj sigue rodando acercando las elecciones.
Desde que arrancó con los primeros tímidos comentarios, Yolanda Díaz solo ha estado dispuesta a escuchar, pero no a buscar con quién montar la formación. Tiene un equipo muy estrecho que ha trabajado con ella en el ministerio, pero no se ha molestado en agitar el avispero en el partido porque sabe que Podemos está inmerso en una pelea interna de grandes dimensiones.
Hay varios altos dirigentes de Unidas Podemos que están en la cuerda floja. Alberto Garzón, ministro de Consumo es uno de ellos. El ministro aún no ha querido acercarse a Yolanda para tantear su posible entrada en la plataforma porque sabe que no está bien visto en el entorno de la vicepresidenta. Al igual que Garzón, la titular de Igualdad, Irene Montero, tampoco ha querido echarse en brazos de Sumar porque ella tenía aspiraciones mayores. Y solo se plantearía ir en las listas si le garantizan un ministerio; por no hablar de que Yolanda no ve con buenos ojos los perfiles como el de la ministra dado que siempre está envuelta en polémicas. A estos dos ministros, podemos sumar a otros tantos que son diputados en Podemos y que no tendrán hueco previsiblemente con Yolanda.
La ministra quiere un perfil que no acostumbre a entrar en polémicas
La ministra de Trabajo tiene claro que el perfil de los integrantes de Sumar debe ser alguien que no acostumbre a entrar en polémicas. El entorno de la vicepresidenta ha deslizado la idea que tiene Díaz y los perfiles que buscan para montar la nueva plataforma. Más Madrid es del agrado de la vicepresidenta porque tienen un perfil mucho más moderado que el de Podemos. En el ala ecologista, Yolanda querría que Juan López de Uralde se hiciera fuerte con Alianza Verde y se uniera a Sumar. También gustaría la presencia de parte de Izquierda Unida, pero no de la facción que aún suma con Alberto Garzón.
Con todo esto, el problema es que estas simpatías hacia algunos grupos y personas se ha quedado en eso dado que Yolanda se niega a dar el paso. Ella, en su despacho, quiere que se acerquen y le propongan, pero eso supondría un problema para muchos, tal y como detallan fuentes de Podemos, porque obligaría a dirigentes de Unidas Podemos a significarse en un contexto en el que la formación morada vigila quién quiere irse al equipo de Yolanda y quién quiere quedarse en las polémicas permanentes de Irene Montero.
LA GUERRA DE PODEMOS
En la formación morada no están precisamente todos a una. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha comenzado a cesar a algunos cargos que fueron elegidos a dedo por Pablo Iglesias. Tampoco es que Ione goce de una mala imagen a nivel interno. Todos coinciden en que la empresa de Belarra no ha sido para nada sencilla dada la complejidad que tiene mantener unido un partido conformado por partidos de diferentes sensibilidades. En Podemos hay gente que aún está del lado de Iglesias, pero Belarra y otros muchos se han puesto de perfil para ver qué encaje y qué futuro político pueden tener de la mano de Yolanda Díaz y de su nueva plataforma Sumar. Algunos no quieren unirse al equipo de Yolanda porque entienden que la vicepresidenta del Gobierno quiere enterrar el color morado del partido. Pero otros, como Ione, sí que pelean por buscar un encaje adecuado.