El huevo frito es, sin duda, uno de los grandes manjares que nunca ha faltado en nuestra gastronomía. Además, es un plato barato y facilísimo de hacer, aunque mucha gente encuentra problemas a la hora de romper la cáscara o le da miedo lo mucho que salta el aceite caliente en el que lo hacemos. Pero es el último paso que puede arruinar todo. Hablamos del momento en el que lo sacamos de la sartén. El secreto para hacerlo nos la da la OCU y más abajo te la contamos.
3La prueba del vaso con agua
Hay método para poder reconocer si están frescos o no. Cuando se lo sumerge en agua y crudo (entero) el huevo va hacia el fondo del recipiente o vaso, es que está fresco. Si queda de forma intermedia, puede que tenga ya una semana, pero si flota está poco fresco. Esto sucede porque su cámara de aire (espacio entre la cáscara y la clara, formada por membranas de protección) aumenta a medida que pasan los días, a más cámara de aire, el huevo flota y más viejo es.