El huevo frito es, sin duda, uno de los grandes manjares que nunca ha faltado en nuestra gastronomía. Además, es un plato barato y facilísimo de hacer, aunque mucha gente encuentra problemas a la hora de romper la cáscara o le da miedo lo mucho que salta el aceite caliente en el que lo hacemos. Pero es el último paso que puede arruinar todo. Hablamos del momento en el que lo sacamos de la sartén. El secreto para hacerlo nos la da la OCU y más abajo te la contamos.
2Cómo saber si para hacer un huevo frito está bueno y es fresco
Para saber si un huevo está bueno y es fresco antes de abrir la cáscara es aconsejable acercarse el huevo a la oreja y agitarlo. De esta forma, si se interceptan ruidos extraños como el de la yema chocando contra la cáscara, querrá decir que el huevo está podrido y que debes tirarlo.
Si el huevo estuviera fresco, la clara sería densa y cubriría toda la cáscara, con lo cual no escucharías ningún ruido. Cuando lo abres la clara del huevo siempre debe lucir transparente y gelatinosa, mientras que si la yema no se separa del centro y no se rompe, querrá decir que el huevo es fresco.