A menudo damos por sentado que nuestro cuerpo va a seguir funcionando correctamente sin que tengamos que preocuparnos de nada. Pero la realidad es que nuestros hábitos afectan a nuestra salud a medio y a largo plazo. Una alimentación inadecuada es la causa del desarrollo de muchas enfermedades, incluyendo algunas que afectan a nuestros riñones
Actualmente, en torno a 850 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de problema renal. Lo más inquietante es que los riñones no dan síntomas claros de que está comenzando a funcionar mal. A veces, cuando el paciente se da cuenta, ya es demasiado tarde.
1PROBLEMAS DE RIÑONES MÁS COMUNES
La insuficiencia renal puede ser aguda, o crónica. La primera es una alteración que puede durar unos tres meses, y se puede tratar con éxito. Segunda, aparece cuando esta alteración se prolonga más allá de los tres meses, convirtiéndose en irreversible. Uno de los factores de riesgo para la insuficiencia renal es la diabetes y alguno de los síntomas que pueden aparecer son el cansancio, la irritabilidad o la hinchazón, vinculados a una anemia.
Además, la insuficiencia renal provoca otros desajustes metabólicos alterando los niveles de fósforo, calcio o vitamina D. Afortunadamente está en nuestra mano prevenir, cuidando nuestros riñones a través de lo que ingerimos (y de lo que no). Hay algunos alimentos habituales que son dañinos para la función renal y que deberíamos evitar para no llevarnos un susto.