A todos nos hace sentir mejor tener un hogar limpio y con buen olor, sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos, todas las estancias pueden llegar a sufrir malos olores en determinadas circunstancias. Esto se debe al uso cotidiano de los espacios, siendo la cocina y el baño las zonas de casa que más hay que vigilar en este aspecto. El cuarto de baño, en concreto, es el sitio donde se concentran olores más desagradables, por motivos obvios. También suelen tener menos ventilación que otras partes de la casa.
6VENTILAR EL BAÑO A DIARIO
También convine vigilar la ventilación de esta estancia, y hacerlo a diario, tal y como solemos hacer con el resto de la casa. Después de cada ducha es importante abrir la puerta y la ventana para que corra el aire y evitar la formación de moho. Existen sistemas de ventilación automáticos para mantener el aire en movimiento cada vez que se usa el baño, y puede ser una interesante opción en aseos sin ventanas.