Son solo dos, pero son suficientes. Desde Moncloa han premiado exclusivamente a dos altos cargos del exministro de Transportes José Luis Ábalos y parece que no solo acabarán la legislatura, sino que gozarán de una buena proyección laboral si el PSOE revalida su mandato, tal y como detallan fuentes del partido. Estos dos altos cargos son calificados por algunos como los «traidores» al ministro Ábalos. Fueron los únicos que mejoraron su posición tras la purga. Hablamos del exdirector de comunicación de Transportes Alfredo Rodríguez Flores, a quien sacaron del ministerio en noviembre del año pasado para nombrarle director de Información Autonómica de la Secretaría de Estado de Comunicación, y sobretodo de Pedro Saura, exsecretario de Estado de Transportes que ahora goza del «mejor puesto de la administración pública»: presidente de Paradores. El que aún trufen la administración ha generado cierto malestar, pero ha avivado los rumores de que fueron ellos quienes dieron la puntilla a un ministro ya en el punto de mira del presidente del Gobierno.
Que Transportes mantenga a los mismos altos cargos que nombró el equipo del exministro dejó claro que el PSOE no quería filtraciones motivadas por decenas de ceses. Sin embargo, que Moncloa teledirigiera con mimo el destino de Alfredo Rodríguez Flores y de Pedro Saura deja claro que tuvieron un papel fundamental en el cese del exministro. Estos dos políticos han adquirido protagonismo estos últimos meses hasta el extremo de que en el PSOE comentan la proyección de ambos. Saura ha sido galardonado con el mejor puesto de la administración pública: un sueldo desbordante que duplica el de cualquier ministro y un trabajo que consiste en numerosas comidas y cenas pagadas por los españoles y acompañadas de viajes a todos los rincones de España para dormir en paradores de lujo. Y Alfredo Rodríguez Flores ha sido rescatado por Moncloa y llevado al seno de Sánchez, donde se toman todas las decisiones.
En un principio, el que apartaran a Alfredo Rodríguez Flores de Transportes tras la polémica de unas publicaciones sobre Ábalos fue interpretado de diferentes maneras. Algunos lo vieron como un premio y otros simplemente como una consecuencia de las publicaciones. Pero lo cierto es que Sánchez lo llevó cerca y avivó los comentarios en su entorno. Hasta ese momento, en otoño del año anterior, Saura era el único al que veían como un «traidor» a Ábalos. Pero con el acercamiento de Alfredo Rodríguez Flores a Moncloa cambiaron las expectativas. Había otro alto cargo del exministro de Transportes, testigo de muchas de sus andanzas, que se marchó a un cargo distinto y cercano al presidente del Gobierno.
Mientras que en el partido parecían haberse olvidado de la crisis de Ábalos que azotó Transportes, en el ministerio aún está muy vivo el debate de qué pasó y quién habló más de la cuenta para que Ábalos acabara defenestrado por el presidente del Ejecutivo. Son estas mismas las voces que hablan de Pedro Saura y de Alfredo Rodríguez Flores y los que indagan sobre por qué tienen ahora proyección política mientras que todos los funcionarios nivel 30 de Transportes caerán tan pronto caiga la legislatura. Lo que no quiere Moncloa son filtraciones, pero eso no significa que quiera fuera a la mayoría de los altos mandos que trufan el Ministerio de Transportes; un deseo que comparte Raquel Sánchez, la actual ministra.
Alfredo Rodríguez Flores no ha hecho nada
Alfredo Rodríguez Flores no ha hecho nada. Desde Moncloa deslizan que desde que llegó ha mantenido un perfil muy discreto, sin ganas de destacar más de la cuenta. Lo mismo ocurre con Pedro Saura. Bastante ocupación tiene con las comidas, los viajes y gastarse su abultado sueldo público como para llamar la atención. En cualquier caso, el Ministerio de Transportes todavía cuenta con personal «fiel» a Ábalos que tiene ganas de que se esclarezca lo que ocurrió. La sensación en el ministerio es que todos los altos cargos que aún pasean por Transportes son ‘zombies’ políticos que tanto Moncloa como la propia ministra quieren quitare de encima. Eso siempre que Sánchez vaya a repetir como titular de Transportes, algo que ni ella tiene claro.
Lo que sí confirman fuentes del PSOE es que Saura y Alfredo Rodríguez Flores tienen un hueco en el partido pase lo que pase. Sánchez protege a los suyos y más cuando le han hecho un buen servicio. El problema es que ahora no hay nadie en el entorno de Ábalos que se crea que los cambios que han afectado a Pedro Saura y a Alfredo Rodríguez Flores no han tenido nada que ver con el cese del exministro.
Lo curioso es que el presidente del Gobierno haya mandado a los considerados en Transportes como los «traidores» a Ábalos a puestos con poca capacidad ejecutiva. Pese a que los ha acogido en su seno y en buenos puestos, no les mantiene en una posición de relevancia ni de prestigio interno. Lo único relevante que ha hecho Saura en los últimos meses es dotar de un presupuesto de 1,5 millones de euros a Cangas de Onís para rehabilitar la fachada. El dinero, por supuesto, proviene 100% de las arcas europeas. Pero por lo demás, ni Saura ni el desaparecido Alfredo Rodríguez Flores han vuelto a tener tanta capacidad para cambiar las cosas como la que tenían en Transportes. Sánchez pagó sus deudas con ellos, pero desde el Gobierno se muestran convencidos de que el presidente «no confía en ellos». Quizás tiene algo que ver con lo que le hicieron al ministro. Desde el entorno de Ábalos insisten en que «no son de confianza».