sábado, 14 diciembre 2024

Moncloa busca el reciclaje de Edu Madina de cara a mayo de 2023

Es un gran activo del PSOE que se ha quedado en un independiente. Eduardo Madina, exsecretario general del grupo parlamentario socialista, está, a ojos de más de uno en el partido, completamente «desaprovechado». Fuentes del Gobierno aseguran que, en un primer momento, Pedro Sánchez no quiso reciclar a Madina porque le consideraba una «amenaza». Sin embargo, ahora, el presidente del Ejecutivo quiere no solo reconciliarse con ese ala socialista que enterró cuando regresó al poder, sino que necesita perfiles que le ayuden a impulsar la imagen del PSOE. Desde el partido ya hay voces que insisten en que Sánchez sopesa rescatar a Edu Madina del ostracismo para darle una posición clave. Quienes más cerca están aseguran que sopesa colocarle para las elecciones autonómicas, pero no descartan otros cambios.

Es un fantasma recurrente y en los pasillos de Ferraz se comenta. Eduardo Madina sigue haciendo un servicio al partido con apariciones espontáneas en algunos medios de comunicación, especialmente cuando hay que criticar a Vox. En cualquier caso, es un perfil que despierta una enorme simpatía en el partido y que Sánchez quiere recuperar para impulsar al PSOE. La idea inicial, según fuentes de la formación, pasa por recuperarle en las elecciones autonómicas. Hay quien destaca que cumpliría un perfil similar al de Felipe Sicilia en Andalucía, aunque una vez dentro de las quinielas, se disparan los comentarios y las apuestas. Sea como sea, parece común para todos los socialistas la idea de que Madina volverá a la primera línea de la política más pronto que tarde.

Madina se ha dedicado a otros asuntos. Antes de que Sánchez se hiciera con el poder, había una fuerte corriente en el PSOE que quería que fuera él quien tomara las riendas del Partido Socialista. Aún con la llegada de Pedro Sánchez al frente de la formación progresista, esa corriente mantuvo el pulso al líder hasta el extremo de generar facciones internas que clamaban por un cambio. La purga de la expresidenta autonómica Susana Díaz apartó a Madina y puso en stand by el regreso del parlamentario vasco. Pero ahora, un momento en el que el presidente del Gobierno ha iniciado un proceso de reconciliación con los viejos socialistas, parece que el nombre de Madina vuelve a escucharse en Ferraz. Y cada vez con más intensidad.

El lugar donde colocar a Madina importa poco. Cuando Sánchez recicló a Óscar López o a Antonio Hernando en la Moncloa lo hizo con vistas a reconciliarse con un PSOE que había quedado apartado tras la guerra que enfrentó a Susana Díaz con Pedro Sánchez. Con el caso de Madina pasa algo similar. Desde el PSOE aseguran que si entra en el equipo del presidente del Gobierno, Sánchez conseguirá llevarse a su terreno a todos esos «madinistas» frustrados que trufan la formación socialista. Más votos, un partido más unido y el tirón de un perfil que aún gusta en el electorado. Madina se ha convertido en una joya que ahora sí interesa al presidente.

UN CAMBIO

El presidente prepara un cambio importante de cara a estas elecciones, tanto las autonómicas como las generales. El presidente quiere renovar la imagen porque es consciente de que su Ejecutivo sufre el desgaste de la pandemia, la inflación y otras muchas piedras en el zapato que afectan a la imagen del Gobierno. Para cambiarlo, y ante la amenaza de Feijoo, el presidente socialista prepara diferentes medidas que, espera, ayuden considerablemente a mejorar sus resultados electorales. Madina es una pequeña pieza del puzzle. Y en este rompecabezas también entran la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el propio presidente del Partido Popular, a quien le reserva un papel especial.

En el caso de Alberto Núñez Feijoo, la gran coalición juega un papel importante. El único escollo que quieren salvar es ser la lista más votada para obligar a que Feijoo tenga que apoyar al PSOE en una investidura que lleve a Sánchez a renovar su estancia en el Palacio de la Moncloa durante otros cuatro años. A esto hay que sumar el potencial fichaje de Yolanda Díaz, algo improbable que obsesiona en cierto modo a la maquinaria de Moncloa. Si todo esto se cumple, el plan de Sánchez para mantenerse en el poder saldría tal y como espera. En él, Madina es una pieza más.

Estos cambios se esperan más pronto que tarde. Las elecciones de mayo son la pauta que llevará a Sánchez a mover fichas. Unas fichas que llevarán a ceses de ministros, a ascensos inesperados y a candidatos express para las elecciones autonómicas. Pilar Llop, ministra de Justicia, es uno de esos cambios que sopesa Ferraz, pues quiere llevarla a la Comunidad de Madrid. Junto a este, habrá otros. No será una purga al uso, pero sí habrá cambios porque Sánchez quiere una nueva imagen antes de las elecciones.