La mayoría de las personas tendemos a creer que el riesgo de infarto se incrementa con la edad y con el estilo de vida de la edad adulta. Pero diversos estudios recientes han podido detectar que existen factores que pueden aumentar las posibilidades de sufrir accidentes cardiovasculares ya desde la infancia. Es decir, el estado de salud y los hábitos de vida durante la infancia, pueden predisponernos a tener más riesgo de sufrir un infarto durante la etapa adulta.
3EL ESTUDIO MÁS GRANDE HASTA LA FECHA
El estudio se realizó sobre 38.589 participantes de entre 3 y 19 años de países como Finlandia, Australia y Estados Unidos. A estas personas se les hizo un seguimiento de una media de 35 a 50 años, siendo uno de los estudios internacionales sobre enfermedades cardiovasculares más grandes que se han hecho hasta la fecha. Hasta ahora no se habían recogido datos en niños y adolescentes en relación con tensión, colesterol, triglicéridos o medidas corporales, lo que suponía un obstáculo en el estudio de los factores de riesgo de infarto e ictus.