Las temperaturas comienzan a aumentar y poco a poco nos vamos a ir desprendiendo de capas de ropa. El calor también trae cambios en lo que se refiere al calzado, y muchos se preguntan cuando es el mejor momento para pasar de las botas con calcetines a las sandalias de verano. Este cambio a veces lo hacemos de forma tan repentina, que los pies se resienten, por eso los podólogos recomiendan no apresurarse demasiado y esperar a que los pies estén listos para calzar esas bonitas sandalias que llevan todo el invierno esperando a salir del armario.
3ELEGIR EL MEJOR CALZADO
En cuanto a los mejores materiales, se recomienda elegir tejidos naturales y huir de plásticos o sintéticos que no tengan buena elasticidad. El pie tiene que permanecer fresco y con una ventilación adecuada para evitar el exceso de sudoración propio de los días calurosos. La talla también es importante para evitar heridas y rozaduras. Por eso, un truco muy interesante, es comprar los zapatos a última hora de la tarde, sobre todo durante el verano. ¿Por qué? Porque durante la mañana los pies están descongestionados de líquidos, pero a medida que avanza el día, con el calor y la actividad física, es habitual que haya cierta retención e hinchazón, por leve que sea. Por eso es mejor probarse los zapatos en ese momento para evitar que aprieten y hagan daño. También es conveniente probarse los dos pies, y asegurarse que no quedan ni holgados, ni demasiado ajustados.