El divorcio político de Pablo Iglesias y Yolanda Díaz compromete al espacio de Unidas Podemos

A Pablo Iglesias se le está poniendo cara de Santiago Carrillo», dicen los viejos del lugar en el PCE. Y es que el exvicepresidente del Gobierno de España está tensionando el espacio de Unidas Podemos de la mano de su nuevo proyecto, ‘La Base’, que se ha convertido en una pesadilla para Yolanda Díaz.

La apuesta de la titular de Trabajo por convalidar la reforma laboral sin socios como ERC o EH Bildu o su aval a la decisión de Pedro Sánchez de que España envíe armas a Ucrania han agriado su relación con Podemos, que está intentando marcar una agenda paralela de la de la gallega.

AVISO DE GARZÓN

El consejo de redacción de la revista la-U, de la que el ministro Alberto Garzón forma parte, ha criticado de forma velada la estrategia de Iglesias de querer marcar agenda a costa de desgastar a Yolanda Díaz.

El citado medio asegura que «sería sensato tener presente la hipótesis de un posible adelanto electoral. Pedro Sánchez, como comentamos, podría ver en la actual coyuntura una oportunidad electoralista. En ese escenario, parece lógico pensar que la que está llamada a ser la candidata de la izquierda, Yolanda Díaz, pudiera no hacerse cargo del adelanto; quizá no tanto por los riesgos de este como por los motivos y la pendiente que nos pudieran llevar a él».

Añade la-U: «Es probable que se encuentre en estos momentos sufriendo un momento de asfixia por parte de las fuerzas políticas que forman el espacio, y cuyas presiones reducen su margen de intervención. En ese escenario de elecciones sin Yolanda Díaz como candidata, lo más probable sería un acusado retroceso de Unidas Podemos que llevaría al espacio a un punto de no retorno, tanto a nivel político como a nivel organizativo. Este debilitamiento abriría dos posibilidades: una Gran Coalición, con independencia de su fórmula formal, o un gobierno de la derecha con la extrema derecha».

La revista garzonista asegura que «la izquierda no debería mirar sólo, ni principalmente, por los intereses propios del espacio político, mucho menos por los intereses corporativos de las fuerzas que lo conforman, sino por los intereses de la clase trabajadora y los sectores populares de nuestro país. Por los derechos humanos, sociales y cívicos. Por la propia democracia, ya de por sí maltrecha y limitada. El momento exige dirigentes políticos responsables y de altura«.

NO BASTA CON YOLANDA DÍAZ

Iglesias apostó el pasado año de forma inequívoca por Díaz, de la que ahora dice que no será suficiente para consolidar el espacio de la izquierda transformadora. El fundador de Podemos reconoce que «fórmulas de frente amplio, por un liderazgo como el de Yolanda que llega a muchos más sectores», pero dice que «es evidente que con la aspereza de la batalla ideológica en estos tiempos yo creo que solamente eso no va a bastar y hay razones para que estemos todos muy preocupados».

«Yolanda llega a gente que no necesariamente se identifica con los valores de la izquierda. Y eso es clave para ampliar el espacio. Muchos afilan ya sus plumas y sus escaletas para sembrar la cizaña», señaló insinuando que los medios están fabricando un divorcio que él solo está perpetrando.

«ESCUCHA ACTIVA»

Yolanda Díaz ha asegurado que comenzará en breve un proceso de «escucha activa» por varias ciudades españolas. Su intención, aunque no lo reconozca, es liderar el espacio de un Unidas Podemos que le gustaría reforzarse con proyectos que no parecen tener intención de regresar a la coalición, véase Más País o Compromís.

Pablo Iglesias parecía apoyar el proyecto personal de Díaz, pero en las últimas semanas está intentando recuperar el timón de Unidas Podemos a través de unas intervenciones mediáticas tan exitosas como contraproducentes para el clima interno de su espacio político.

Díaz, tal y como reconoce la revista garzonista, podría ‘asfixiarse’ y renunciar a liderar una coalición reforzada que no tiene demasiado banquillo para sustituirla. Una negativa de la gallega a liderar Unidas Podemos podría reforzar al PSOE o Más País, dejando a la coalición fundada por Iglesias a los pies de los caballos.