La retención de líquidos es un problema común en muchas personas. Es un fenómeno, conocido como edema, que ocurre cuando los vasos sanguíneos vierten un exceso de líquidos en los tejidos, donde se quedan atrapados y provocan una inflamación. Suele producirse en zonas específicas como pies, tobillos, piernas o barriga. Aunque sus consecuencias, en un primer momento, no son graves, si pueden provocar molestias físicas, como la propia hinchazón, aparición de bolsas y celulitis y problemas circulatorios. Se trata de un problema que suele afectar más a mujeres que a hombres.
4FUERA LA SAL Y EL AZÚCAR SI QUIERES EVITAR LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS
Hoy día se abusa del consumo de sal y azúcar y esto tiene consecuencias para la salud. La sal en exceso hace que las células se deshidraten, y, por lo tanto, intentarán retener toda el agua posible. Así que para evitar la retención de líquidos hay que evitar alimentos como embutidos, quesos o comidas preparadas que suelen contener grandes cantidades de sal. Lo mismo ocurre con el azúcar. La glucosa favorece un efecto de ósmosis que deshidrata las células, que, de nuevo, tenderán a la retención. Lo que significa que hay que desterrar los refrescos, la bollería y la comida rápida.