La vitamina D es un nutriente fundamental para nuestra salud. Entre sus muchos beneficios, nos ayuda a prevenir enfermedades, fortalece los huesos y mejora el estado de ánimo. También juega un rol en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Las personas que tienen un mayor riesgo de sufrir su déficit son las que padecen enfermedades que provocan su mala absorción, como las personas celíacas, las que toman ciertos medicamentos que afectan al metabolismo de esta vitamina, las que tienen sobrepeso, las que sufren insuficiencia renal y embarazadas. Si te falta este suplemento, lo más probable es que no tengas ningún síntoma.
6El consumo de suplementos
Muy pocos alimentos la contienen de forma natural. Los alimentos fortificados aportan la mayor parte de esta vitamina en las dietas. Sin embargo, se encuentra presente en muchos multivitamínicos. Lo aconsejable es que consulte con su médico o farmacéutico sobre cuánto necesita tomar, la frecuencia con la que debe tomarlos y por cuánto tiempo. Actualmente, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), recomienda mantener concentraciones séricas de 25OHD entre 30 y 50 ng/ml (75-125 nmol/l) para conseguir los beneficios de salud que aporta la vitamina D.