La vitamina D es un nutriente fundamental para nuestra salud. Entre sus muchos beneficios, nos ayuda a prevenir enfermedades, fortalece los huesos y mejora el estado de ánimo. También juega un rol en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Las personas que tienen un mayor riesgo de sufrir su déficit son las que padecen enfermedades que provocan su mala absorción, como las personas celíacas, las que toman ciertos medicamentos que afectan al metabolismo de esta vitamina, las que tienen sobrepeso, las que sufren insuficiencia renal y embarazadas. Si te falta este suplemento, lo más probable es que no tengas ningún síntoma.
5Los alimentos que más la contienen
Incluir alimentos en la dieta que contengan dicha vitamina es una medida necesaria para prevenir e incrementar nuestros índices. Las principales fuentes nutricionales son los ácidos grasos del pescado marino, siendo el salmón el más destacado, junto con el atún, la caballa y la sardina. También los moluscos, los crustáceos y derivados, la yema de huevo, la mantequilla, el hígado y otras vísceras; y el queso y los lácteos enteros.
También puede obtener vitamina D de alimentos fortificados. Se debe buscar en las etiquetas de los alimentos para saber si un alimento lo tiene. Estos pueden ser: leche, cereales de desayuno, jugo de naranja, otros productos lácteos como el yogur, y bebidas de soja.