La vitamina D es un nutriente fundamental para nuestra salud. Entre sus muchos beneficios, nos ayuda a prevenir enfermedades, fortalece los huesos y mejora el estado de ánimo. También juega un rol en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Las personas que tienen un mayor riesgo de sufrir su déficit son las que padecen enfermedades que provocan su mala absorción, como las personas celíacas, las que toman ciertos medicamentos que afectan al metabolismo de esta vitamina, las que tienen sobrepeso, las que sufren insuficiencia renal y embarazadas. Si te falta este suplemento, lo más probable es que no tengas ningún síntoma.
3La señal que indica que nos falta
Fatiga, pesimismo y un estado de ánimo más deprimido son algunos de los principales síntomas que nos alertan de niveles insuficientes de vitamina D. Según un estudio internacional dirigido por la Universidad de Georgia (EE. UU.), hay una correlación clara entre los bajos niveles de vitamina D y el llamado trastorno afectivo estacional, bajones anímicos que se producen en otoño e invierno y afectan hasta al 10% de la población. Quien lo sufre tiene los mismos síntomas cada año y en la misma época, cuando las horas de luz se acortan. De esta forma, las principales causas que provocan el déficit de vitamina D incluyen un aporte insuficiente a través de la alimentación, una insuficiente exposición solar, una enfermedad celíaca no diagnosticada ni tratada o resecciones gástricas o del intestino delgado.