La exministra de Asuntos Exteriores extiende su actividad laboral con los organismos franceses. Tras ser cesada como titular del departamento de Exteriores en julio de 2021, estuvo varios meses sin llevar a cabo ningún tipo de trabajo. Tras siete meses de inactividad, Laya por fin consiguió un cargo como decana del Instituto de Estudios Políticos de París, conocido en francés como Science Po, una de las universidades más prestigiosas en materia de política internacional. Ahora, ha sido nombrada asesora exterior de la empresa francesa Danone. Lo que es realmente sorprendente es que hay una persona que tiene un gran vinculación con estos dos organismo. Se trata de Mathias Vicherat. En Science Po ostenta actualmente el cargo de director del instituto, mientras que en Danone era el exsecretario de general. Así, Vicherat ha rescatado a Laya de las colas del paro y la ha conseguido dos empleos en empresas en las que tiene «mano».
Mathias Vicherat fue el secretario General de la empresa francesa Danone, cuya principal actividad son los productos lácteos, pero también se dedican a la comercialización de agua y nutrición infantil. Un cargo que ostentó desde el año 2019 cuando asumió un puesto en la directiva de Danone. Sin embargo, en noviembre de 2021 puso fin a etapa como alto cargo de la empresa de francesa para sumarse a Science Po. Desde ese momento, Vicherat pasó a dirigir el Instituto de Estudios Políticos de París como director del centro. Ahora parece ha visto en la exministra de Exteriores el perfil perfecto para sumarla al equipo de la institución en la que trabaja actualmente, pero también en su exempresa, Danone.
El exsecretario general de Danone y Arancha González Laya tienen muy buena relación. Tanto es así que Vicherat no solo le ha conseguido un puesto a la exministra, sino dos. La empresa francesas de productos lácteos ha anunciado el nombramiento de Laya como nueva asesora exterior de la compañía. La función de la antigua titular de Exteriores consistirá en tratar de conseguir los objetivos que la compañía se ha marcado en materia exterior para el ejercicio 2022. La exministra se ha sumado a las filas de una multinacional francesa en un momento en el que la polémica está rondando sobre Danone. Desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decidió invadir Ucrania, muchas empresas decidieron dejar de operar en el país ruso. Sin embargo, Danone se ha desmarcado de la estrategia de compañías de occidente y ha mantenido su actividad en el territorio.
Este nuevo puesto lo compatibilizará con su otro trabajo de decana de del Instituto de Estudios Políticos de París. Arancha González Laya sucedió en el puesto del decanato al exministro libanés y exenviado especial de la ONU para Libia Ghassan Salamé y al exprimer ministro italiano Enrico Letta. Radicados en París, ambos políticos han ejercido como decanos en el Instituto de Estudios Políticos de París durante años. Sin embargo, ahora es González Laya quien ostenta del cargo. Y es que, el hombre encargado de nombrar a la exministra como decana fue, de nuevo, el propio presidente del Instituto de Estudios Políticos de París, Mathias Vicherat. «Estoy muy contento de dar la bienvenida a Arancha González Laya, cuya rica experiencia política a nivel nacional, europeo e internacional nos permitirá dar un nuevo paso en el desarrollo del PSIA«, ha asegurado Vicherat en sus redes sociales.
Desde que salió de Exteriores estos han sido los cargos que ha tenido la ministra y ambos promocionados por la misma persona, el exsecretario General de Danone y el actual director del Science Po. Y los dos puestos de Laya son en las últimas empresas en las que ha estado Vicherat ejerciendo altos cargos. Una situación que resulta de lo menos sorprendente, dada la tremenda casualidad de la situación. Parece más un trueque de favores que otra cosa, dado que parecen nombramientos «a dedo», motivados por cuestiones más allá de la pura idoneidad de la ministra.
MARRUECOS LE COSTÓ EL MINISTERIO A LAYA
La polémica por la entrada de el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España no le sentó bien a los mandatarios marroquíes que vieron en esta acogida una ofensa para las relaciones internacionales entre ambos países. Esta situación tensó la relaciones entre el país español y Marruecos. Laya defendió que la entrada de Ghali era por motivos humanitarios, ya que tuvo que ser atendido en un hospital de Logroño al contagiarse por coronavirus. Sin embargo, estos argumentos no convencieron a Rabat que decidió abrir la puerta a la inmigración ilegal en la frontera de Ceuta. Este suceso le costó el puesto a González Laya.
Así, ante tal hecho, Pedro Sánchez no tuvo más remedio que prescindir de los servicios de Laya en la remodelación del Consejo de Ministros que acometió el pasado julio. La ministra se quedó sin ministerio y fue José Manuel Albares quien pasó a dirigirlo. Tras este batacazo, parece que Laya ha conseguido reactivar su vida laboral en Francia gracias a Mathias Vicherat, a quien le debe los dos cargos que actualmente ostenta.