Quizá sea el picoteo favorito en España y en muchos países del mundo. Y es que la base es un producto barato e ideal para tomar sin nada. Hablamos de las patatas fritas, sean de bolsa o hechas en sartén o freidora. Es una malsana costumbre acompañar todo con patatas, casi más que con pan: huevos con patatas, hamburguesa con patatas, filete con patatas… En cualquier bar y restaurante te las sirven incluso por defecto con cualquier segundo plato de menú (te dan a elegir ensalada pero pocos la piden). Y es que son irresistibles y cuesta decir que no. Son fáciles de tomar, con la mano, con un palillo, ideales para ver una película, mientras charlas en el bar como tapa… Pero precisamente por ser un alimento casi cultural, las tomamos casi a diario y esto conllevan unos peligros que vamos a ver.
6TUS DEFENSAS TAMBIÉN SE RESIENTEN
Las dietas altas en grasas saturadas presentan una microbiota intestinal más pobre y un sistema inmune más deteriorado, según las conclusiones de un informe publicado en la revista Current Opinion in Clinical Nutrition & Metabolic Care.
Si te pasas con las patatas fritas o cualquier alimento grasiento o cocinado en aceites hidrogenados disminuirás el porcentaje de bacterias saludables de tu organismo, especialmente aquellas que te protegen desde el intestino.